Mientras Koray observaba la escena en silencio, escuchó la voz tranquila pero implacable del sistema en su mente.
—**Advertencia:** Situación de conflicto detectada. Opciones de apoyo disponibles: análisis de debilidades en los objetivos o recomendación de estrategia de evasión.
Koray tragó saliva. Sabía que enfrentarse a Gojo y Geto, los dos hechiceros más poderosos que había conocido, no era una opción que debía tomar a la ligera. Sin embargo, la misión era clara, y el sistema estaba allí para recordárselo: asegurar la asimilación de Riko con Tengen.
Mientras Riko y Geto se preparaban para retirarse, Koray tuvo una sensación de urgencia; sus aliados de un momento estaban a punto de convertirse en sus mayores obstáculos. Necesitaba hacer algo para cambiar la situación, o al menos, ganar tiempo.
—*Sistema, ¿existe algún método para realizar una asimilación de emergencia sin resistencia?* —preguntó mentalmente, esperando que hubiera alguna manera de cumplir la misión sin un enfrentamiento directo.
El sistema respondió con frialdad:
—**Método alternativo disponible: técnica de inducción temporal. Es posible inducir un estado en Riko que permita un traslado a Tengen sin resistencia, pero la ejecución es riesgosa y visible para terceros.**
Koray sabía que ese plan dependía de que Gojo y Geto no se dieran cuenta de lo que hacía, o de que al menos estuvieran distraídos el tiempo suficiente para completarlo.
—Riko —dijo Koray en voz baja, llamando su atención—, ¿estás absolutamente segura de tu decisión? Esto podría cambiarlo todo para ti. No tienes que decidir ahora mismo…
Geto notó el cambio en el tono de Koray y lo miró con cautela.
—¿Por qué insistes tanto, Koray? —preguntó Geto, frunciendo el ceño—. ¿No te alegra que Riko quiera vivir su vida? No tienes que presionarla para que cambie de opinión.
Koray sonrió débilmente, intentando disimular sus intenciones.
—Es solo… una curiosidad —murmuró, tratando de evitar sospechas—. Quería asegurarme de que esté completamente segura. Nada más.
Gojo, sin embargo, parecía menos convencido. Su mirada se clavó en Koray con una intensidad que lo hizo sentir como si estuviera siendo leído por completo.
—¿Hay algo que no nos estás diciendo, Koray? —preguntó Gojo, su tono despreocupado, pero sus ojos mostraban una clara desconfianza.
Koray supo que no podría mantener sus intenciones ocultas mucho tiempo. Necesitaba un último recurso.
—*Sistema… ¿algún plan de respaldo?* —pensó, sabiendo que las probabilidades estaban en su contra.
El sistema le dio una respuesta rápida:
—**Última opción de contingencia: neutralización de objetivo en modo seguro. Riko será puesta en un estado de suspensión hasta que la misión sea completada. ¿Activar?**
Koray dudó, sus pensamientos corriendo a mil por hora. ¿Podría realmente hacerle eso a Riko, después de todo lo que había pasado y de las amistades que ella había formado? Pero antes de que pudiera decidir, Gojo se acercó un paso más, sus ojos azules brillando con una intensidad casi amenazante.
—No sé lo que intentas, Koray, pero si piensas en ir contra nosotros o Riko… —Gojo hizo una pausa, su sonrisa desapareciendo—, prepárate para las consecuencias.
Koray miró a Riko, quien todavía tenía una expresión de determinación y esperanza en su rostro, deseando seguir adelante y vivir su vida. En ese momento, Koray comprendió que esta era una batalla que tendría que enfrentar, no solo contra Gojo y Geto, sino también contra las expectativas del sistema y su propia misión.
—No se preocupen —respondió finalmente—. Solo quería asegurarme de que Riko estuviera completamente segura. Nada más.
Sin decir más, retrocedió, dejando que Gojo y Geto escoltaran a Riko lejos del lugar. El sistema en su mente permaneció en silencio, como si esperara su próximo movimiento.
Mientras los veía alejarse, Koray entendió que debía replantearse su misión.
Koray apretó los dientes, sintiendo el peso de la decisión que estaba a punto de tomar. Sin más opciones a la vista y con la misión quemando en su mente, finalmente aceptó la propuesta del sistema.
—*Sistema, activa la neutralización de objetivo en modo seguro.*
Un leve zumbido recorrió su mente, y Koray sintió cómo la energía del sistema fluía a través de él. Mientras Riko aún hablaba con Geto y Gojo, el sistema emitió un leve destello, prácticamente imperceptible para los demás.
—Lo siento, Riko —murmuró Koray apenas en un susurro.
La joven no tuvo tiempo de reaccionar. Un suave parpadeo en sus ojos indicó que la inducción había funcionado, y su expresión se suavizó, quedando en un estado de suspensión, como si estuviera sumida en un sueño. Geto, que estaba junto a ella, notó el cambio de inmediato.
—¿Qué está pasando? —preguntó, alarmado, girándose hacia Koray.
Gojo también se dio cuenta de que algo no estaba bien y sus ojos se entrecerraron, su postura cambiando a una de alerta total.
—Koray, ¿qué le hiciste a Riko? —preguntó Gojo, con una mezcla de desconfianza y amenaza en su voz.
Koray mantuvo una expresión impasible, pero en su interior sentía la presión de la mirada fulminante de los dos hechiceros. No tenía otra salida más que avanzar con la misión.
—No tengo opción, Gojo —respondió, dando un paso hacia atrás mientras se preparaba para la inevitable confrontación—. Esto es parte de mi misión, y Riko debe llegar al lado de Tengen. Es la única manera de cumplir mi objetivo.
—¿Y crees que te dejaremos llevártela así nada más? —espetó Geto, avanzando hacia él—. No sabes en lo que te estás metiendo, Koray.
Koray sabía perfectamente que no podría vencer a los dos en una pelea directa, pero el sistema lo apoyaba, brindándole estrategias en tiempo real. Necesitaba ganar tiempo y espacio para poder completar la misión. Mientras sus pensamientos se aceleraban, el sistema le proporcionó una táctica evasiva, creando una pantalla de humo espiritual que cubrió la habitación.
—*Sistema, maximiza mi velocidad y oculta mis rastros,* —ordenó mentalmente mientras sujetaba a Riko.
Con la nube de humo cubriendo la visión de Gojo y Geto, Koray se movió con rapidez, aprovechando cada segundo. Llevó a Riko hacia la salida del edificio, confiando en que el sistema lo guiara por el camino más directo hacia Tengen.
Sin embargo, Gojo no iba a quedarse atrás tan fácilmente. Desde dentro de la nube, Koray escuchó la voz de Gojo resonando con una claridad que lo hizo estremecer.
—¿De verdad piensas que puedes escapar, Koray? —la voz de Gojo contenía una mezcla de burla y desafío—. Nadie huye de mí tan fácilmente.
En ese instante, la nube de humo comenzó a disolverse, y Koray sintió el inconfundible poder de Gojo extendiéndose como una presión abrumadora en el ambiente. Tenía que actuar rápido si quería tener alguna oportunidad.
Apoyado por el sistema, Koray aceleró su paso, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre él mientras seguía adelante.
Koray avanzó rápidamente por los pasillos, sosteniendo a Riko con firmeza mientras su mirada escaneaba cada rincón en busca de rutas de escape. La presión espiritual de Gojo detrás de él aumentaba, y sabía que solo tenía unos pocos segundos antes de que lo alcanzara. La tensión en su mente era palpable, pero el sistema le proporcionaba datos constantes, buscando alternativas para burlar a los poderosos hechiceros.
—*Sistema, despliega mapa de evasión y activa sigilo máximo,* —ordenó mentalmente mientras doblaba una esquina.
El sistema proyectó un mapa en su mente, destacando una salida oculta que lo llevaría por un túnel directo hacia la barrera que protegía el Colegio Técnico de Magia Metropolitana de Tokio. Koray sabía que solo tenía esa oportunidad para cruzar y cumplir con su misión.
Sin embargo, justo cuando se acercaba al túnel, un destello de luz lo hizo detenerse. Delante de él apareció Gojo, quien lo miraba con una mezcla de decepción y resolución.
—Koray, ¿de verdad pensabas que podrías llevarte a Riko? —Gojo levantó una mano, bloqueando su camino—. Ya deja de correr, esto no tiene que terminar mal.
Koray mantuvo una expresión neutral, pero en su mente sabía que no podía retroceder. Con una última mirada a Riko, que seguía en ese estado de trance inducido, se dirigió a Gojo con un tono calmado pero firme.
—Lo siento, Gojo, pero esto es algo que debo hacer —respondió, encendiendo una barrera espiritual de defensa, una habilidad que el sistema le había otorgado como último recurso.
Geto apareció detrás de él, cerrando cualquier vía de escape. Con Riko en sus brazos y atrapado entre dos de los hechiceros más fuertes del colegio, Koray sabía que el enfrentamiento era inevitable.
Geto miró a su amigo con una expresión seria y dijo:
—Koray, no tienes que hacer esto. Podemos resolverlo de otra manera. Nadie te obligó a seguir esta misión; aún puedes detenerte.
Koray bajó la mirada un instante, sintiendo el peso de sus decisiones, pero el sistema se lo recordó con un mensaje claro: *"Cumplir misión es prioridad."* Tomando una profunda respiración, se preparó para el combate.
—Entonces no queda otra opción —dijo finalmente, colocándose en posición de batalla.
Gojo y Geto se miraron, comprendiendo que debían actuar en conjunto. Ambos se lanzaron hacia Koray con ataques precisos y coordinados, cada uno con la intención de detenerlo sin causar daño a Riko. Koray activó cada técnica evasiva y defensiva que el sistema le proporcionaba, tratando de esquivar los ataques.
Pero la presión combinada de Gojo y Geto era abrumadora. Gojo, con su dominio de la técnica de Infinito, creó una barrera que evitaba cualquier acercamiento, y Geto, utilizando sus maldiciones, le lanzaba ataques desde todos los ángulos. Koray se defendía, pero sabía que no podría resistir por mucho tiempo.
En un momento crítico, el sistema le sugirió una estrategia de último recurso: sacrificar su defensa para abrir un portal y enviar a Riko directamente al santuario de Tengen. Sin pensarlo demasiado, Koray concentró toda su energía en la activación del portal.
—*Sistema, envía a Riko al santuario de Tengen, ahora.*
Una distorsión espacial comenzó a formarse alrededor de Riko, quien poco a poco fue desvaneciéndose del lugar. Geto y Gojo se percataron de lo que estaba sucediendo y se lanzaron hacia ella, tratando de detener la transferencia, pero era demasiado tarde. Riko desapareció en el destello de luz.
Koray se quedó de pie, agotado pero satisfecho de que al menos había cumplido la misión. Sabía que ahora quedaba a merced de Gojo y Geto, quienes lo miraban con una mezcla de furia y desconcierto.
—Espero que entiendan que no fue algo personal —dijo Koray en voz baja.
Gojo se acercó, su mirada intensa y cargada de emociones.
—Koray, has cruzado una línea peligrosa. Ahora tendrás que enfrentarte a las consecuencias.
Koray, agotado pero con la sensación de haber cumplido su deber, simplemente asintió, preparándose para lo que estaba por venir.
El sistema respondió rápidamente a la desesperada solicitud de Koray, desplegando una serie de sugerencias en su visión.
*"Activación de protocolo de escape de emergencia en curso. Cálculo de ruta de evasión..."*
Koray vio cómo el sistema proyectaba un mapa con una serie de pasadizos y puntos ciegos que, con mucha suerte, podrían darle el tiempo suficiente para escapar de las garras de Gojo y Geto.
*"Advertencia: probabilidad de éxito, 27%,"* añadió el sistema.
Koray tragó saliva, sintiendo la tensión en cada fibra de su ser, pero sabía que no tenía otra opción. Aun cuando había logrado cumplir su misión, Gojo y Geto no se lo dejarían pasar fácilmente. Tenía que encontrar una salida antes de que ambos lo atraparan.
—Lo siento, chicos —murmuró, mientras se deslizaba hacia el pasillo más cercano—. Pero sobreviviré aunque tenga que huir de ustedes.
Gojo, que seguía a unos metros de distancia, frunció el ceño, detectando el movimiento evasivo de Koray. Con un tono serio, le gritó:
—¿Crees que puedes huir tan fácilmente? Después de lo que hiciste, tienes que enfrentar las consecuencias.
Sin perder tiempo, Gojo extendió la mano y activó una barrera de energía que cubría el pasillo, bloqueando el único camino que el sistema le había marcado a Koray como ruta de escape.
Koray se detuvo en seco, el pánico empezando a apoderarse de él. Sabía que Gojo tenía la habilidad para detener cualquier movimiento, y por primera vez, sintió el verdadero peso de enfrentarse al hechicero más poderoso.
*"Sistema, necesito una ruta alternativa, ahora mismo,"* pensó, desesperado.
El sistema respondió:
*"Activando modo de ocultación. Sugiero reducción de firma energética y camuflaje temporal para disminuir visibilidad a los sentidos de detección."*
Sin perder un segundo, Koray activó el camuflaje que el sistema había desplegado, su figura volviéndose casi invisible. Contuvo el aliento mientras trataba de deslizarse a lo largo de la pared, confiando en que esta vez el camuflaje lo ayudaría a evitar la mirada de Gojo.
Geto, observando la situación, levantó una ceja y comentó con calma:
—No creo que sea tan fácil, Koray. —Con un movimiento rápido, liberó una de sus maldiciones en forma de niebla oscura, que comenzó a extenderse por todo el pasillo, capaz de detectar cualquier movimiento oculto.
Koray sintió cómo el aire se tensaba mientras la niebla avanzaba, acercándose peligrosamente a su posición. Sabía que en cualquier momento podría quedar expuesto. Un leve temblor en su mano reveló su nerviosismo, y el sistema, notando su estado, desplegó un último mensaje de emergencia:
*"Activación de Protocolo de Rescate: recomendación de teletransporte temporal hacia zona segura. Alto riesgo de detección."*
Koray, sin opciones, asintió y activó el protocolo. Al instante, sintió un tirón en su estómago, y en un destello de luz fue transportado a un lugar desconocido, muy lejos del alcance de Gojo y Geto.
Cuando el mundo dejó de girar, Koray cayó de rodillas en una habitación oscura y fría, respirando con dificultad. El sistema lo había salvado, pero sabía que su huida solo era temporal. Ahora, con la misión cumplida, tendría que enfrentarse a los poderosos hechiceros tarde o temprano, y necesitaba prepararse si quería sobrevivir.
—Gracias, sistema... —susurró, mirando a su alrededor mientras comenzaba a planear su próximo movimiento.