Chereads / La hermana que debe cuidar de las demas (+18) / Chapter 2 - La mañana siguiente

Chapter 2 - La mañana siguiente

🌹 ICHIKA NAKANO 🌹

—Mmggg... ¿Qué pasa...?

Escuche un ruido constante y fuerte, que no se detenía, apenas estaba abriendo los ojos tratando de separarme de mi sueño reciente. La alarma sonaba sin parar y empezaba a ser muy irritante. Levante un brazo y con la poca fuerza que tenía en ese momento trate de alcanzar el reloj que emitía ese sonido infernal.

—Aahhh... Ya oí... Ya oí...

Con los ojos entrecerrados trate de enfocar la vista hacia la mesa de luz que se encontraba a un costado de mi cama. Me tomo cuatro intentos alcanzar el reloj, pero por fin pude apagar ese sonido que irrumpía en mis sueños y mi dulce descanso. Tenía el cuerpo cansado, a pesar de que recién me estaba levantando. Di media vuelta en mi cama y me topé con una espalda, fue entonces cuando recordé lo que habíamos hecho anoche con mi hermana.

—Miku... levántate. Llegarás tarde a tu trabajo —balbuceé mientras movía la espalda de Miku para despertarla.

Era sábado por la mañana, pero como mi hermana trabajaba en una panadería también debía levantarse temprano los sábados, como me apenaba por ella. Al ver que aún no despertaba me acerque más y la abrace por detrás. Pase mis manos por debajo de sus brazos y la rodee sujetando mis manos por encima de su abdomen.

—Vamos Miku despierta, se te hará tarde de nuevo —le susurré y acto seguido comencé a morder su oreja con cariño, sin dañarla.

—Mmm... ¿Ehhh...? — escuché decir a mi hermana.

—Despierta Miku, se te hace tarde para ir al trabajo. Son más de las ocho.

Ella se sentó en la cama, las sabanas se le cayeron del cuerpo dejando al descubierto sus pechos desnudos, con su camisón a medio caer. Cuando giro a ver la hora en el reloj no tardo más de tres segundos en levantarse de la cama y recoger sus ropas del suelo.

—¡Aaahhh! ¡Llegaré tarde! —expreso con sorpresa Miku y salió de mi habitación sin despedirse.

Esboce una pequeña sonrisa al verla tan apresurada, me daba algo de ternura su reacción. Me volví a recostar en mi cama para darme unos minutos más de sueño. Anoche no pude enseñarle nada nuevo a Miku, pero no era algo que me preocupara. Estas eran nuestras primeras noches juntas y ella había avanzado bastante en tan poco tiempo.

Hace un par de meses no se me cruzaría por mi cabeza hacer estas cosas, y mucho menos con alguna de mis hermanas. Pero ahora tenía un pequeño miedo y trauma en mi mente, una que no quería que tuvieran mis hermanas. Todo esto comenzó debido a una charla que tuve con el director de rodaje de una película, un pequeño encuentro que tuve con una directora y una experiencia que quisiera olvidar algún día.

...........

Hace 7 semanas me toco grabar la escena de una película donde habría besos y algún que otro toqueteo y manoseo entre los actores. Cuando acepte el trabajo me habían dicho que era una escena pequeña y sin importancia, pero al terminar de leer el guion descubrí que era mentira. La escena trataba del protagonista con un personaje secundario que haría de su amante. Él tenía que besarme y comenzar a seducirme, mostrando en escena como me hablaba y me tocaba para ir convenciéndome de hacerlo. Tenía que desvestirme y la escena terminaba cuando los personajes comenzaran a tener sexo, no lo mostrábamos, pero había que dar la impresión de que en verdad íbamos a hacerlo.

Después de leer esa parte del guion hablé con mi representante para que le pidiera a los directivos que cambiaran la escena, pero poco podía pedir para una actriz que haría un papel secundario. Las opciones que tenía eran aceptar hacer la escena o despedirme del papel, y en verdad necesitaba el dinero, había muchas cuentas que pagar en casa.

Y así pasaron varios días de actuación y ensayos, hasta que por fin llegamos a la escena erótica de la amante. Yo me encontraba muy nerviosa, nunca antes había besado a otro chico y en esta escena debía besarlo de una manera muy apasionada. En las primeras tomas de la escena olvidé mis líneas en varias ocasiones, era la primera vez que me pasaba. Sin contar todas las veces que había quedado completamente roja cuando el protagonista ponía sus manos en mi cintura y me apegaba a él.

—¡Corte, corte! ¡¡Ahhh!! — escuché como se quejaba el director.

—Lo siento, yo... —no sabía que decir, estaba muy avergonzada.

—Muy bien, tómense quince minutos. Señorita Nakano ven conmigo un momento, tengo algo que decirte —me comento el director, y ya me estaba preparando para que me despidiera.

Lo acompañe a su camerino y al entrar me ofreció un asiento con un vaso con agua, el cual acepte. Él se sentó en un sofá que estaba frente a mí y me miro a los ojos.

—Mira Nakano, yo sé que eres una buena actriz y puedes hacerlo mejor. ¿Te sucede algo? —me pregunto con un tono calmado, como si en verdad estuviese preocupado por mí.

—Yo... Lo siento director. Es que nunca antes había besado a alguien, más bien nunca... —mire hacia un costado avergonzada —nunca antes había tenido un novio.

Escuche un largo suspiro del director y luego volvió a mirarme de frente.

—Entiendo tu posición Nakano, eres una chica joven, hermosa y muy carismática. Dudo mucho que no tengas varios amigos que quieran salir contigo —me sonrojé más por las palabras del director.

—Algún día tendrás esas experiencias de un chico del que estés enamorada, pero yo no puedo esperar a que eso suceda para poder grabar mi película —me dijo con un tono claro y firme.

Sus palabras me golpearon de frente, me puse nerviosa porque ya sabia lo que vendría. Tendría que despedirme de aquel papel y la oportunidad de destacar en una buena película que muy posiblemente fuese muy popular.

—Te daré una semana. Pospondré una semana esta escena, solo porque sé que tienes un muy buen talento para la actuación —aquellas palabras me tomaron por sorpresa.

Pase de estar nerviosa a confundida. Yo me esperaba un despido de su parte. Él de inmediato se levantó de su sillón y fue a buscar algo detrás.

—Puedes usar esta semana para salir con algún chico, tratar de experimentar estas cosas y acostumbrarte un poco a todo esto —me decía mientras buscaba algo detrás suyo.

Cuando volvió tenía una tarjeta en su mano la cual me ofreció.

—O si no, podrías pedir ayuda a alguien. Ten esta tarjeta, es de una antigua compañera.

Tome la tarjeta que me ofreció y la mire. En el centro se leía el nombre de Cecilia Beckenflow, y debajo un número de teléfono. Al parecer pertenecía a un estudio de grabación distinto del que yo estaba trabajando actualmente.

—Ella es directora al igual que yo, solo que Celia dirige películas eróticas. Es muy buena en su trabajo y una persona bondadosa. Estoy seguro de que podría darte algunos consejos para este tipo de escenas. Si lo deseas llámala y dile que yo te recomendé —me explicaba el director.

Yo lo miraba sin poder creerlo. Era como tener una recomendación y una conexión a otros estudios de filmación. Aunque no sea el tipo de películas en el que quería trabajar, era una oportunidad para expandir mis conocimientos y conexiones laborales.

—Muchas gracias señor, no sé cómo agradecerlo.

—Yo si lo sé. Agradécemelo en una semana, quiero que esa escena salga perfecta. No me vayas a defraudar, señorita Nakano —me dijo en tono firme desde la puerta de su camerino.

—Celia me debe varios favores, la llamaré para informarle del tema, si es que decides pedirle ayuda a ella. Así que no te preocupes por eso —me comento y luego se marchó, dejándome sola en su camerino.

Me quede un momento viendo esa tarjeta y pensando sobre lo que había pasado. Era una buena oportunidad, o eso pensaba. El director me había dado una semana para practicar mis nervios sobre esa escena, pero aún no estaba segura de que hacer al respecto. Una semana no era suficiente para acostumbrarme a "eso".

...........

—Ichika... ¡Ichikaaa!

Abrí los ojos de nuevo, me había quedado dormida. Cuando me levante vi a mi hermana de pelo anaranjado y con un listón verde sobre su cabeza.

—¿Yotsuba? ¿Qué paso? ¿Por qué me despiertas tan de repente? —le pregunté mirando de reojo el reloj y viendo que había dormido por más de una hora.

—Nino me dijo que te despertara, hace rato que te estaba llamando para desayunar, pero tú no le contestabas —me dijo mi hermana.

Ella se había subido a mi cama para despertarme, y vi que aún seguía con su pijama de oso puesto.

—Está bien, vamos a desayunar —me levanté de la cama y mis sabanas dejaron descubierto mi cuerpo desnudo.

—Jejeje... Veo que aún sigues durmiendo sin ropa Ichika... —escuche decir a mi hermana y note como se daba la vuelta, sonrojada, para salir de mi habitación.

—No tendrías de que avergonzarte Yotsu, a fin de cuentas tenemos el mismo cuerpo —bromeé antes de que ella se fuera.

Las cinco somos quintillizas y lo único diferente en nosotras eran nuestros gustos.

Recogí mi ropa tirada en el suelo, no era yo la que estaba acostumbrada a dormir desnuda, sino que Miku fue la que me desvistió y me quede dormida luego de que hayamos acabado juntas. Me vestí con una camisa y unos pantalones cortos, y bajé al salón, ya que me esperaba un excelente desayuno preparado por la que mejor sabia cocinar en esta casa.

—Ichika, otra vez dormiste hasta tarde. —me dijo Nino que se encontraba desayunando junto con Itsuki y Yotsuba.

—Lo siento, anoche me quede hasta tarde estudiando un guion —le mentí.

Me senté al lado de Yotsuba y tomé mi taza para servirme café. Ellas ya estaban a medio desayuno.

—Y... ¿Cómo durmieron? ¿No escucharon algún ruido extraño anoche? —les pregunté de forma casual, para evitar levantar sospechas.

—Yo no escuche nada —dijo Nino.

—Yo tampoco —me respondió Itsuki.

—Tú por qué duermes muy profundo y roncas. Aun si hubiésemos tenido una fiesta no te habrías levantado —le respondió Nino en un pequeño tono de burla.

—¡No es verdad! —replico Itsuki y ambas comenzaron a pelear. Ya me había arrepentido de haberles preguntado.

—Yo si escuche algo —escuche decir a Yotsuba mientras tomaba su cereal con leche.

—¿Q-que cosas escuchaste Y-Yotsuba? —le pregunte un poco nerviosa.

Yo sabía perfectamente que Miku y yo habíamos hecho algo de ruido, pero no esperaba que fuese tanto como para despertar a alguna de mis hermanas.

—No lo sé, eran como unos golpeteos. "Tum, tum, tum" Como su estuvieran golpeando la pared con algo —dijo Yotsuba y acto seguido comenzó a darle pequeños golpecitos a la mesa.

Ya estaba completamente nerviosa. Yotsuba nos había escuchado. Había escuchado como mi cama golpeaba contra la pared, mientras cogíamos con Miku, una encima de la otra. Estaba pensando cientos de maneras para distraerla, lo primero que se me ocurrió fue que debía controlarme, no podía quedar en evidencia.

—Si, yo también escuche algo parecido. Creo que había venido de la casa de algún vecino —le respondí haciendo uso de mis habilidades de actriz para que ninguna de mis hermanas descubriera lo nerviosa y preocupada que estaba en estos momentos.

—Sí, puede ser. Solo me levantaron por un momento. Luego me volví a dormir —termino de decir mi hermana al momento que se servía un vaso con jugo.

Termine mi café y tome un par de tostadas con huevo. Sabía que lo de anoche fue algo peligroso, pero me había dejado llevar por Miku y ahora Yotsuba podría comenzar a sospechar. Aunque sabiendo lo dispersa y tonta que puede ser Yotsuba, tal vez no se pregunte lo que en verdad fueron esos ruidos.

—Bien chicas, hoy tengo el día libre. ¿Alguna quiere salir a pasear o ir de compras? —les pregunté a las tres con un tono alegre.

—¡Si! Vayamos a los juegos de feria —dijo Yotsuba, que fue la primera en responder.

—Yo tengo otros planes. Debo salir con unas amigas —respondió Nino de forma distante.

Ella ya estaba levantándose para dejar la mesa.

—Lo siento Ichika. Yo tengo que ir a una clase para estudiar un poco, esta vez paso —Itsuki rechazo la invitación de manera cortes.

Mi hermana menor tomo su cuarto bollo de pan y le dio un bocado.

—Muy bien, entonces seremos solas tú y yo Yotsuba —tome los hombros de mi hermana y le di un corto abrazo por detrás.

—Miku también podría ir, hoy no trabaja hasta tarde —dijo Yotsuba, terminando su desayuno.

—Sí, podríamos decirle que se nos una más tarde.

Ahora que lo pensaba bien, una tarde a solas con Yotsuba era perfecta. Quizás podría comenzar a ayudarla también a ella, así como había empezado con Miku. Mi trabajo como hermana mayor era cuidar de mis hermanas y enseñarles todo lo que podía para que no sufrieran en un futuro.

Esta tarde sería perfecta para comenzar con mi hermanita Yotsuba, aunque me daba un poco de pena manchar su inocencia de esa forma. Pero era mi deber, es mejor que viviera su primera experiencia conmigo que con cualquier otro extraño que podía aprovecharse de ella en cualquier momento. Por ningún motivo dejaría que mi hermana pasara esa horrible experiencia que yo había vivido. Me odiaría un montón si dejara que alguna de mis hermanas sufriera de esa forma.

—Muy bien Yotsu, en un rato saldremos al parque de atracciones —le mencioné.

—¡Yeih! Esta tarde nos divertiremos mucho Ichika —expreso Yotsuba emocionada.

—Llámame Onee-chan... —le dije en un susurro y le di un beso en la frente.

Ya había terminado mi desayuno y me levanté de la mesa para ir a mi habitación y darme una ducha, ya que de seguro seguía teniendo el olor a Miku sobre mí.