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—¿Qué, los peces fueron inyectados con drogas?
La repentina revelación de Liang Fei fue como un rayo en un día claro, impactando a todos a su alrededor con absoluta consternación.
—Afei, ¿estás diciendo… esto… es posible? —preguntó.
Aunque Yang Jingtian tuvo un momento de inspiración justo ahora y había pensado en esta posibilidad, escuchar a Liang Fei decirlo en voz alta aún le hacía sentir incrédulo.
—¿Cómo es eso posible? ¿Cómo podrían inyectar drogas a los peces?
—¡Es completamente posible! —respondió Liang Fei.
En ese momento, Liang Fei lucía solemne, observando a Yang Jingtian y dijo firmemente:
—Si los humanos pueden consumir drogas, ¿por qué no los peces?
—¡Esto… es simplemente increíble! —exclamó Yang Jingtian.
Yang Jingtian estaba impactado, pero todavía tenía algunas dudas sobre el juicio de Liang Fei y preguntó perplejo:
