Después de que el humor de Yang Jingtian se hubiera calmado, Liang Fei lo atrajo para que se agachara junto al estanque de peces.
Le pidió a un trabajador que sacara un koi en un pequeño tanque de peces frente a ellos, y Liang Fei comenzó a observar el pez seriamente.
Claramente, este koi era de una raza de alta calidad, un Showa Sanshoku de pura sangre de Japón; su condición era excelente, no es de extrañar que pudiera venderse por hasta 500,000 por pez.
Pero ahora, Liang Fei no se estaba enfocando en la coloración o condición del pez. Con su Ojo de Perspectiva desplegándose gradualmente, él veía claramente que la vitalidad de este pez estaba lentamente desvaneciéndose. ¡Si no actuaba rápido, aunque el pez pudiera durar unos días más, estaría arruinado!
Liang Fei tenía experiencia en el tratamiento de peces enfermos. En una subasta, una vez logró revivir a un Emperador Dragón de la Fortuna gravemente enfermo.
