Capítulo 3: La Prueba del Poder
Last se encontraba en el centro de la plaza de Aris, rodeado de miradas desconfiadas. Los otros portadores, guerreros que habían sentido la llamada de un poder antiguo, evaluaban su presencia. Sabía que debía demostrar que podía controlar a Destro y que su oscuridad no era un obstáculo, sino una herramienta en la lucha contra la secta.
El líder de los portadores, Alaric, se acercó, su porte imponente y su mirada incisiva.
—Para ganarte la confianza de los nuestros, debes enfrentarte a uno de los portadores —dijo, señalando a un guerrero de cabello negro y ojos penetrantes—. Este es Aiden. Te pondrá a prueba.
Last tragó saliva. Aiden lo miraba con desdén, como si ya hubiera decidido que no era digno de ser uno de ellos.
—¿Estás listo, oscuro? —preguntó Aiden, sonriendo de manera arrogante.
—Voy a demostrar que el poder de Destro puede ser usado para el bien —respondió Last, sintiendo cómo la energía oscura comenzaba a fluir a través de él.
El Duelo
La multitud se reunió, formando un círculo alrededor de Last y Aiden. La tensión en el aire era palpable. Last cerró los ojos un momento, sintiendo a Destro en su interior, listo para liberar su potencial. Aiden se lanzó al ataque, desenvainando su espada con rapidez. Last apenas tuvo tiempo de reaccionar, esquivando el golpe que rozó su brazo.
—No es suficiente —se burló Aiden, preparándose para un segundo ataque.
Last sintió que la ira comenzaba a brotar en él. Se concentró, permitiendo que Destro emergiera. Con un movimiento de mano, una sombra oscura se formó y lanzó un golpe hacia Aiden, quien se vio obligado a retroceder.
—¡Eso es! —gritó Kira, animándolo desde el borde del círculo.
Aiden, sorprendido por la repentina fuerza de Last, apretó los dientes. La batalla continuó, ambos intercambiando ataques. Last comenzó a ver su propio poder como una extensión de su voluntad, luchando no solo para ganar, sino para proteger a sus amigos.
Finalmente, con un movimiento audaz, Last usó la sombra a su favor, envolviendo a Aiden en una neblina oscura que lo detuvo en su lugar.
—¿Rendirte? —preguntó Last, respirando con dificultad.
La Revelación
Aiden, sintiéndose atrapado y humillado, cedió. Con un gesto de la mano, Last disipó la sombra, permitiendo que Aiden cayera de rodillas.
—Eres fuerte, oscuro —dijo Aiden, recuperando el aliento—. Te subestime. Quizás haya más en ti de lo que pensé.
La multitud comenzó a murmurar, algunos asintiendo con respeto. Alaric se acercó a Last.
—Has demostrado tu valor. Pero recuerda, con gran poder viene una gran responsabilidad. La oscuridad puede consumir a quien no tenga cuidado —advirtió.
—Lo sé. No dejaré que eso me suceda —respondió Last, sintiendo la conexión con Destro más fuerte que nunca.
Nuevos Desafíos
Justo cuando Last pensaba que había ganado el respeto de los portadores, un grito resonó en la plaza. Una figura encapuchada apareció, irrumpiendo en la reunión.
—¡Los cultistas se acercan! —gritó, con ojos desorbitados—. Vienen a buscar más portadores.
La tensión se intensificó, y Last sintió un escalofrío recorrer su espalda. Sabía que su verdadera prueba apenas comenzaba.
—Debemos prepararnos para luchar —dijo Alaric, mirando a Last—. Necesitamos tu poder.
Last asintió, sintiendo una mezcla de miedo y emoción. Sabía que el destino de su mundo estaba en sus manos.