Recuperado del diario de Celeste:
"Escribo este diario por recomendación de mi psicóloga, dejaré mi información al final de este escrito, por si alguien lo encuentra.
Hace días que no he visto a Diego, sin aviso desapareció y no volví a saber nada de él desde entonces. Lo veo en sueños, lo juro, lo veo con Alex, su mejor amigo desde siempre, a veces en una especie de llanura y a veces lo veo dentro de casas. He tenido pesadillas en las que son atacados por monstruos horribles y yo solo espero que estén sanos y salvos. La policía me interrogó sobre la desaparición de ambos, ya que parece que fue casi al mismo tiempo, no me dijeron nada más, pero presiento que algo esconden.
Celeste Belcourt"
Reporte de la policía sobre la desaparición de Diego y Alex:
"Caso: Desaparición simultánea de menores
Oficial a cargo: Inspector José M. Ruiz
Detalles del caso:
El día 11 de octubre de 2024, aproximadamente a las 6:55 horas, dos jóvenes, Diego Rodrigo y Alex Hernández, desaparecieron en circunstancias inusuales y aparentemente simultáneas. A continuación, se presentan los datos recogidos en el lugar de los hechos y los testimonios clave:
Diego Rodrigo:
• Última vez visto en la escuela, donde varios testigos afirman haberlo observado 'atravesar el suelo' en el pasillo del primer piso.
• Tras el incidente, se le perdió la pista, y su paradero sigue desconocido.
Alex Hernández:
• Según su hermano, Alex se encontraba en casa preparándose para asistir a la escuela.
• La última interacción fue cuando Alex entró en otra habitación; pocos minutos después, el hermano regresó para no encontrar rastro de él.
Pruebas adicionales:
El día 13 de octubre de 2024, una carta de origen desconocido fue hallada, literalmente "cayendo del cielo" en las cercanías del hogar de Diego. En el papel, de textura y apariencia inusual, se leía el siguiente mensaje:
'Diego y Alex se encuentran ahora en el Limbo, un mundo aparte del suyo. Para recuperarlos, deben abrir sus mentes y esperar hasta lo más inesperado.'
Hasta el momento, se desconoce la procedencia de este mensaje. No se ha identificado al emisor ni la razón de su aparición.
Conclusión preliminar:
La naturaleza inexplicable de estas desapariciones, sumada al mensaje enigmático de la carta, indica que el caso podría involucrar circunstancias fuera de lo ordinario. A partir de este punto, se recomienda extremar la vigilancia y mantener una línea abierta de comunicación con las familias de los desaparecidos para cualquier desarrollo inusual.."
Seguíamos afuera, buscando un nuevo lugar a donde ir, apurados puesto que ya estaba anocheciendo, así que tratamos de entrar en la primera casa que encontramos sin siquiera pensarlo. Abrí la puerta rápidamente, para sentir el jalón de mi playera por la espalda.
—¡CUIDADO! — dijo Alex, quien me agarró por la ropa cuando estaba a punto de caer en un acantilado.
Esa casa, con el número «608» estaba vacía por completo, y de piso solo tenía un acantilado, un acantilado tan profundo que parecía que el fondo estaba igual de lejos que el borde de este mundo, de tal forma que no parecía existir el misml, este acantilado era perfectamente visible si te asomabas por la ventana, pero como teníamos prisa ni cuenta nos dimos. Mi amigo me ayudó a volver a estar de pie en dónde si había piso, pero la adrenalina no acabó ahí, ya que cada a vez era más noche y de alguna forma, las casas parecían estar más lejos de lo normal. Corrimos cómo nunca antes lo habíamos hecho, mientras la sombra de la noche nos perseguía, alcanzaba a ver cómo las siluetas de los monstruos se empezaban a formar, como si aparecieran lentamente conforme menos luz había.
Escuché un resonar en mi cabeza que decía: "Rápido, a la derecha". Rápidamente nos dirigimos a una casa que se veía bastante cerca, entramos corriendo y cerramos la puerta con seguro lo más rápido que pudimos para evitar una escena como la de la noche anterior. "¿Celi?" Pensé, aquella voz era la de mi novia, Celeste Belcourt, que parecía hablarme de alguna forma y de cierta forma, me daba un poco de calma el haberla oído, ya que significaría que ella sigue ahí, en algún lugar, esperándome.
—¿La escuchaste? — me preguntó Alex.
—Es la segunda vez que escuchamos una voz así dentro de nuestras cabezas, ¿Crees que haya sido Celeste o habrá sido algún monstruo o algo por el estilo?
—Ni idea, ojalá si sea Celi, a lo mejor nos puede ver y así tenemos un medio de comunicación con el resto del mundo.
Del diario de Celeste, aún:
"Desperté hoy por la mañana, porque tuve un sueño extraño, ví otra vez a Diego y a Alex caminando en esa llanura, cuando empezó a anochecer y empezaron a correr de repente, ví como unos horribles monstruos aparecían en dónde yacía la sombra y les grité:
—Rápido, a la derecha — dije, ya que parecían no haber visto una casa que tenían bastante pronta a ellos.
Como si me escucharán, ellos rápidamente fueron la casa y entonces desperté, inquieta por su seguridad, aunque en el fondo sabía que estarían bien hasta el siguiente día. Seguía extrañada ya que mientras en esa llanura apenas iba a anochecer, aquí ya empezaba el nuevo día, como si fuera un mundo justo debajo de nosotros, como se dice de China, que está al otro lado del mundo.
Celeste."
Seguimos extrañados, pero más que eso, cansados, checamos todos los muebles en busca de duendecillos como el que nos atacó hace un rato, pero con lo único con lo que nos encontramos fué con muebles vacíos, sin más que un par de telarañas. En el piso de arriba, encontramos un cuarto un poco vacío, que contaba con un closet parecido al de la casa anterior, por miedo a que saliera un monstruo igual a ese, abrí yo la puerta, mientras Alex apuntaba con una pistola. Al abrir el closet, de una forma descarada, saltó de él una marioneta con la forma del monstruo que nos atacó.
—Si un dios hizo este mundo, es un dios descarado — dijo Alex con una lagrimita saliendo de sus ojos.
Investigamos dentro del clóset, para encontrarnos que alguna vez fué un armero, pero ahora se encontraba vacío. Contaba con cuatro cajones en la parte de abajo, los revisamos y encontramos poco más que dos miserables balas para un arma con la que ni siquiera contábamos, igual las guardamos por si acaso
»"Capacidad de inventario: [6.56kg/500kg]"«
Saqué la cama rápidamente, pues ya teníamos sueño y no había mucho más por hacer en esa casa. Logré dormir esta vez, aunque solo por poco tiempo, ya que me desperté con la sorpresa de que se me había subido el muerto, pero de una forma menos retórica. Abrí los ojos para darme cuenta de que estaba paralizado, y encima de mi, se posaba un monstruo formado por nada más que sombras, sombras en las que se perdía la mirada, como si hubiera otro mundo dentro de ellas y ese mundo estuviera lleno de más sombras, solo se veían dos puntos blancos que parecían estar volando y hacían de sus ojos. Sentía como el horror recorría cada parte de mi cuerpo, desde la punta más fina de mis cabellos hasta los dedos de los pies. Abrió con sus manos mi boca, que aunque sabía que la estaban tocando no las sentí, como si no existieran, y abrió la suya dirigiendola a la mía, después de eso sentí como si algo saliera de mi cuerpo y una especie de vapor empezó a salir de mi boca hacia la suya, sentía como si mi vida se me escapara, sentía mis latidos apagarse, sentía mi vista volverse borrosa y sentía cada vez más difícil el agarrar aliento, no podía moverme y parecía que Alex no se daría cuenta nunca, acepté mi destino y cerré los ojos para perecer, pero pocos segundos después escuché un disparo, Alex le había disparado al monstruo, dejándolo muerto en el piso y salvandome la vida.
—¿Ahora ni dormir podemos? — dijo, después de revisar si estaba vivo.
—Parece que nos vamos a tener que turnar para dormir o nos vamos a volver locos — respondí — ¿Águila o sol? — dije mientras sacaba una moneda que tenía en mi inventario.
Gané el volado y dormí esa noche yo, acordamos en turnarnos un día uno y otro día otro, para poder dormir aunque sea un poco cada uno.