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Terrabys: Viaje y Descubrimiento.

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Synopsis

Renacimiento/Cordura 1/2

"La verdad como ofrenda a los nobles y la mentira el castigo del plebeyo." (Bruno Greedburn, desde el 82 al 147, segundo rey de Core, perteneciente al ducado de los Greedburn).

Año 162 del calendario de Tenea. Luego de una extensa disputa por los territorios en el hemisferio norte de "Terrabys", el continente Ricame, conocido por su gran extensión a lo largo del mapa, enfrentaba lo que se conoce como "siglo del descubrimiento". En Ricame coexisten 4 países, conformados cada uno por 3 ducados, a esta unión se le llamó "tratado de la Unión", consistía en dividir el continente en 4 para cada país reclamar un área y explotar además de explorar sus recursos, manteniendo conexiones firmes y una economía en continua corriente.

El rey Julie Greedburn, nieto de Bruno e hijo de María y Federico, iniciaba su primer mandato en Core, país del este de Ricame. Sin embargo, su gobierno se enfrentaba a constantes cambios culturales y políticos. La nobleza, dividida entre los Greedburn y los Tesnow, luchaba por el poder, generando desbalances económicos y tensión política en el concejo, el órgano legislativo independiente del trono.

La rivalidad entre los Greedburn y los Tesnow había creado un clima de inestabilidad. Un país vecino, aprovechando la situación, comenzó a apoyar secretamente al ducado de Tesnow, con la intención de instigar una rebelión y establecer un nuevo régimen. El objetivo final era debilitar a Core y fusionarse en un solo mando, desencadenando un conflicto armado contra los dos países restantes.

Se presenta la noche en el reino de Greedburn y en el castillo se escucha una conversación entre el rey Julie y su hermana Domi a la luz de las velas.

—... No deberíamos mencionar eso—Dijo él soltando un chasquido—. Por más que lo intentemos no podremos convencer a Tom de que está siendo manipulado por alguien más...

—Conozco a Tom, ¡sé que él entenderá mis palabras! —Exclamaba ella mientras sus manos hacían una oración—, no hace mucho fuí a verlo, todavía tiene pensado pedir mi mano...

—Domi... ¿Crees que el rencor de los Tesnow es tan superficial?, ¡apuesto a que no es más que un medio para entrar a la disputa por el trono!—Julie golpeaba la mesa—... ¿No recuerdas cuando murió papá?.

Cabizbaja, Domi parecía ocultar algo más entre sus manos, pero no parecía tener intención de contarlo, se levantó de su silla en dirección a la puerta más cercana del salón principal, y antes de retirarse habló.

—Puede ser que no lo veas, y entiendo que han sido 20 años de disputas familiares—se recoge el pelo mientras gira levemente su cabeza—, pero aquel hombre, Tom, ¡es tú amigo!, desde la infancia que se conocen, ¡fueron ustedes los que prometieron cambiar las cosas!... Sé que eres un rey joven, pero también sé que como mi hermano, eres alguien sensato, espero sepas manejar esto.

La puerta se cerraba y atrás dejaba un salón enmudecido. El rey Julie no era más que un joven de 20 años, por las disputas antes mencionadas, su padre, Federico Greedburn, fue asesinado en su último ciclo al mando. Julie apenas tenía la edad suficiente para asumir el cargo, lo que al concejo de Core no pudo gustarle menos, consideraban que la edad apropiada rondaba entre los 24 a 30 años, puesto que era la edad justa en la que un noble debía terminar sus estudios y comenzar a pensar por sí mismo. Julie en cambio guardaba un profundo rencor a su propio reino, su padre fue repudiado durante el último año en campaña, resulta que impuso su nombre cambiando la ley que exímia de todo crimen a los nobles, denegando así la compra y venta de esclavos además del uso del poder político para eximirse de las responsabilidades ciudadanas, debido a que la diferencia de clases llegó a un punto exuberante en donde el indigente no tenía más opción que convertirse en esclavo o sirviente de los más pudientes, esto al menos los libraba de cualquier tipo de maltrato. A Federico no le gustaba nada esto, recorría las calles y alrededores del reino con una manta y 2 soldados disfrazados para así prestar ayuda a quien pudiera, por lo general nadie lo notaba, pero habían algunos de la plebe que reconocieron sus gestos y su estima subía poco a poco entre los demás. Lastimosamente a su familia y en particular a su esposa no le gustaba su idea de justicia, por lo que fue común comenzar a notar el disgusto dentro del castillo y en el concejo.

María Greedburn, esposa de Federico y madre de Julie, era la representación de la nobleza, sus gestos por mínimos que fueran producían glamur y fineza, a pesar de haber tenido 2 hijos, mantenía una figura esbelta y cualquiera podría decir que se enamoraría de ella a primera vista.

"La flor más hermosa posee el veneno más fuerte", un dicho bastante común y en este caso en concreto, demasiado acertado. Resultaría imposible para María coexistir con alguien que posea la más mínima mancha de suciedad en sus ropajes, esto se debía a su crianza y familia antes de consebir matrimonio, la familia Gretty. También conocida como la familia de las princesas, la mayoría de la línea sucesoria de esta familia tenía conexiones con altos cargos dentro del país, una familia experta en consebir matrimonios arreglados. María es la culminación de 35 años de árduo trabajo por crear a la reina perfecta.

Por eso nadie lo vió venir, en el año 161 del calendario de Tenea, esperando el cambio de primavera, Federico exala su último aliento luego de ser atravesado por la espalda por su entonces primer guardia real Grey Torres, con una espada de "nederita"... Grey, aquel que sostuvo y cuidó a sus hijos en su niñez, un guardia ejemplar, sin ni una pizca de maldad en su corazón. ¿Por qué?, ¿se lo ordenaron?, ¿fue obligado?, su familia no debería ser tan débil para ser secuestrada, ¿es acaso predemitado?.

Habría sido la intensidad de la luna aquella noche la que no dejaría a Federico ver la última expresión facial de su querido guardia, sin embargo algo se notaba diferente en él, su cuerpo desprendía una profunda tristeza.

—¿P-Por qué?—Ahogaba sus palabras en sangre—.

—Todo sea por el futuro Imperio de Corebrand—Dijo mientras limpiaba lentamente la sangre de su espada y la guardaba—...

—Ya... Veo...

Entonces fue cuando Federico recordó las palabras de su mujer antes de salir aquella noche.

—Cariño, ¿otra vez saldrás a hacer de "héroe"?—Preguntó María con un tono despectivo—.

Mostrando una sonrisa incómoda Federico respondió asintiendo con la cabeza.

—Tranquila amor, será la rutina de siempre, iré junto a Barto y Grey—Dijo mientras acomodaba su espada debajo de su manta café—, estaré devuelta antes de que lo notes, dile a Julie que mañana volveré a cambiar a su maestro de espadas... Después de todo, no hay quien pueda enseñarle más de 1 mes con su habilidad.

—No, esta noche no te esperaré—mencionó mientras terminaba de leer una carta apoyada en la mesa—. Tengo ciertas... cosas que hacer en casa de mamá, me llevaré conmigo a Barto esta noche para que me brinde protección en el camino devuelta...

—Oh, ¿tan tarde cariño?—Federico vacilaba sobre si acompañarla él—.

—El país de Brandstone al parecer solicitó una audiencia con la actual líder de la familia—Miró detenidamente a Federico para luego sonreír mientras terminaba de colocarse su abrigo de noche—. Bueno, no te preocupes, seguro hoy tú también tendrás un poco de diversión...

Volviendo al lugar donde Federico agonizaba, se escuchaba como alguien sollozaba al ver la escena...

—¡¡P-Padre!!—Dando un grito ahogado por la situación, se acercaba rápidamente hacia el agonizante Federico—...

—Do-mi, ¿que ha... ces a-quí?—Tomó suavemente su mano y le advirtió—. Grey... Fué Grey...

—¡Padre!, porfavor no hables más y dejame tratart-

—Hija—Interrumpió Federico mientras tosia sangre y miraba al cielo—, Sé que seguirás tu propio camino, no confíes... en na... di...

Cuando los ojos de ambos se encontraron Domi notó qué su padre ya no estaba con ella, ese cálido color café con un brillo esperanzador ahora solo parecía carbón... Carbón esperando ser quemado, carbón qué antes fue madera de la más fina.

Domi Greedburn, con 17 años de edad, yacía arrodillada al costado de su padre ya muerto dejando caer una gran cantidad de lágrimas, quieta, como si hubiera perdido toda motivación por seguir adelante. La luz de la luna los volvía a encontrar nuevamente, ¿cuanto había pasado?, ¿15?, ¿30 minutos?, ¿1 hora?... El tiempo no parecía importar.

Al día siguiente comenzó el desastre y la polémica por lo acontecido. Los mensajeros del reino llevaban la noticia hasta los extremos del país, un país tan extenso que la última palabra parecía ser solo un rumor de lo sucedido, pero todo fue confirmado con el funeral de Federico Greedburn, amado rey de Core, cabeza del ducado de Greedburn, padre de 2 hijos, esposo... De una buena mujer.

Al funeral privado que se realizó al interior del terreno del palacio asistieron sus 2 hijos junto a María, gran parte del ducado de Greedburn, entre ellos, Gustav Greedburn, antiguo concejero de Bruno y ahora administrador de los fondos de la familia, antiguos guardias de la familia y caballeros qué trabajaban para el reino, destacándose Corintio Bonav. Además, el ducado de Kreig, quienes mantenían una buena relación con los Greedburn, y eran la tercera familia a cargo del manejo político y financiero del país, una familia bastante adinerada. Nunca formaron parte de la pelea por el poder político, sin embargo tenían fuertes conexiones con el concejo del país, por lo que gran parte de las leyes y propuestas pasaban a través de la familia.

La mayoría de las últimas leyes aportadas por el rey Federico fueron apoyadas por el ducado de Kreig, por lo que se preveía una buena relación a futuro, sobre Domi, se estaba planeando un futuro arreglo marital entre ella y el primogénito de los Kreig, Teodoro.

Por desgracia para ambos, con la muerte de Federico los arreglos se detuvieron, también Domi cayó en depresión, junto a la inseguridad que le dejaron las últimas palabras de su padre, no tuvo muchas alternativas, sin embargo asistió al funeral por el profundo respeto y admiración que sentía hacia él.

Cuando Domi y Julie se presentaron en la ceremonia ambos dirigieron su caminata directamente hacia el ataúd en donde se encontraba su padre, hicieron una reverencia y luego procederieron a retirarse a sus asientos para continuar con el evento.

Domi no pudo evitar recordar el pasado, de cuando eran niños, y ella junto a su hermano visitaban el ducado de los Tesnow. El reino de Tesnow se asentaba poco más al sur de los Greedburn, poseían grandes bosques y largas planícies donde se veían bastos cultivos de trigo y otros vegetales que ayudaban a mantener el poder de los Tesnow entre las 3 familias más importantes del país. Solían viajar en carruaje, por lo que el viaje solía ser agotador pero entretenido. Las vistas desde Greedburn hacia Tesnow eran de lo más exquisitas, además, como solían ser acompañados por su padre, se les permitía hacer lo que quisieran mientras no expusieran su vida en riesgo.

—¡Padre!, ¡Padre!—Gritaba Domi de unos seis años de edad—, ¡Mira!, ¡los caballos están galopando al lado del carruaje!, ¿quieren que los llevemos con nosotros?.

—Hahaha—Reía Federico acariciando la cabeza de Domi—. Es que les agradaste mucho, si todo sale bien tal vez pueda regalarte uno para que lo montes en casa.

—¡¿En serio?!—Gritaba Domi emocionada—. Entonces quiero aquel de color café...

—¿Eh?, a mí no me parece justo Padre—aparecía de repente Julie de ocho años—, ¿por qué Domi siempre obtiene lo que quiere?...

Domi sentada al costado derecho del carruaje, observando por la ventana, volteó solamente para sacarle la lengua a su hermano sentado al frente, mientras Federico estaba concentrado en la ventana contraria.

—Es porque soy linda y tú no...

—¡¡Ha ha ha ha!! —Reía a carcajadas Federico—.

Mientas se acercaban al centro del reino ambos hijos notaron a su padre más silencioso, por lo que comenzaron a comportarse de mejor manera, al llegar al castillo de los Tesnow el ambiente cambió un poco, Rupert Tesnow aparecía frente a ellos junto a su esposa Melanie Tesnow y su único hijo, Tom de diez años. Federico comienza realizando una reverencia digna de los mejores nobles del país a lo cual Domi trata de imitarlo junto a su hermano.

—Es un placer verte de nuevo, Rupert—Dijo, procediendo a levantarse nuevamente seguido de sus dos hijos—. Veo que te encuentras con buena salud, siempre es un deleite ver a tu querida esposa, además, el chico va creciendo adecuadamente.

—Ha ha, tú siempre tan hábil con las palabras, Federico—Exclamó mientras realizaba una reverencia junto a su familia de la misma manera—. Gracias por tus halagos, la verdad ha sido una buena temporada, los invito a pasar al interior del castillo, serán bien recibidos.

Luego de las presentaciones todos reanudaron su rumbo al interior, Federico acompañado de sus dos hijos y sus dos guardias personales, Barto y Grey, por otro lado la familia Tesnow parecía no necesitarlos, aunque el castillo parecía bien defendido, habían caballeros recorriendo la mayoría de sus esquinas.

Al llegar al interior, Domi y Julie quedaron sorprendidos con lo amplio que era el espacio además de la variedad de cosas que tenían para explorar.

La emoción terminó cuando Federico tosió gentilmente para alertarles quietud y buen comportamiento, por lo que ambos cambiaron sus caras y actuaron de manera más tranquila. Todo parecía ir bien, se instalaron en los cuartos de invitados pues el viaje tardaba 3 días al menos, así que debían quitarse el cansancio para luego tratar los temas delicados que dialogan los adultos.

Pasado el tiempo llegó la hora de cenar, ambas familias se encaminaron al comedor y se ubicaron en los puestos correspondientes en el gran mesón, cada familia en su esquina correspondiente con ambos guardias esperando a un costado de la sala, eran alrededor de doce asientos por lo que la mesa se hacía un poco larga para los números de ambos, sin embargo, se podía escuchar claramente lo que se hablaba en ambas esquinas. Mientras comían, elegantemente, Julie no aguantó más el silencio que se extendía entre ambas familias y soltó un suspiro que Rupert no pudo ignorar.

—Oh, mis disculpas joven Julie, esperaba verlo más relajado a estas horas de la noche—seguía comiendo tranquilamente mientras hablaba—.

—No, lo siento yo también—Dijo Federico, adelantandose a lo que iba a decir Julie—. Creo que he sido muy estricto con ellos hoy, ¿crees que podamos darles un descanso de estas formalidades mañana?.

—En lo que a mi respecta, no hay problema, creo que para mi Tom también sería adecuado aprender a relajarse de vez en cuando.

Ambos niños Julie y Tom se miran el uno al otro e intercambian una pequeña sonrisa, al otro lado de la mesa Domi, fascinada, seguía comiendo con entusiasmo el banquete ante sus ojos, una vez terminado todo, los niños se retiraron y dejaron que los adultos se quedarán a hablar.

—Hey, Julie, ¿crees que algo malo paso entre papá y ese señor?—preguntaba Domi con cautela—.

—Puede ser Domi, soy pequeño pero noté qué papá estaba más tenso que de costumbre, ¿una pelea tal vez?—inclinaba la cabeza—.

—Solo espero que no pase nada malo... Por cierto, ¿que opinas del niño ese?—entrecerraba los ojos tratando de recordar el nombre—. ¡Tor! —Julie soltaba una risa al ver que su hermana se esforzó para nada—.

—T-o-m, Domi, debes recordar a esta familia—La corregía calidamente—, papá parece estimarlos mucho, de otra manera no se habría comportado así...

—¿Entonces mañana deberíamos jugar con T-o-m?.

Julie mostraba una risa piadosa por la pregunta de su hermana, se estiró en la cama y vacilante respondió.

—Podríamos tener un duelo...

La noche cayó y los hermanos se acostaron a dormir.

Volviendo al funeral del rey, varias personas se presentaron a entregar su pésame y algunas palabras, de entre ellos destacó Tom Tesnow, quien apareció antes de finalizar a entregar su pésame. Por su amistad con Julie se respetó su aparición, sin embargo gran parte de la audiencia lo miraba con reproche y a sus espaldas se escuchaban ciertos comentarios que si bien no se alcanzaban a oír cualquiera supondría de que trataban.

—Mi buen amigo Julie, disculpando mi presencia, he venido aquí a presentarle mi más querido pésame—Exclamó fuerte y claro frente a la familia y a un costado del ataúd en el que se encontraba el rey—.

—Agradezco tu presencia, amigo, porfavor comparte tranquilamente tus palabras—Dijo Julie mientras señalaba gentilmente el ataúd con flores y arreglos decorativos—.

La multitud sentía un gran asombro por lo mencionado, no solo le dieron el favor a un miembro de la familia Tesnow, sino que fue tratado con gentileza, todos esperaban que aquella familia no apareciera en esta situación, más aún sabiendo de los rencores que compartían por el trono. También algunos pensaron que la aparición de Tom era suficiente como medio para comenzar a entablar nuevas relaciones y dejar el pasado atrás... Sin embargo, todos se sorprenderían con las últimas palabras dichas por Tom.

—Presento mis profundos respetos hacia el rey Federico Greedburn, gran hombre y excelente amigo, no hubo ni habrá nadie capaz de cargar con sus ideales y su intensidad a la hora de dirigir—Alzaba la voz cada vez más mientras se giraba y ponía una postura de reverencia hacia el ataúd—, ¡No obstante!—Dijo mientras retomaba su giro hacia la audiencia—, la inestabilidad que nos presentará esta tormenta disfrazada de parodia, no traerá más que desgracias para nuestro país...

Julie parecía algo nervioso ante el cambio de dirección de este discurso, entre balbuceos y llamados en tono bajo hacia Tom trataba de incentivarlo a dejar de hablar, sin embargo Tom continuó elevando la voz hasta terminar.

—Por lo tanto presento ante ustedes la posibilidad de un nuevo cambio junto a esto, yo, ¡Tom Tesnow!—Alzó la voz al final mientras apuntaba hacia el asiento del trono— ¡reto a Julie Greedburn a un duelo por el trono!...

—¡¡¡TOOOM!!! —Gritó Julie mientras lo veía enerbecido por las palabras dichas—.

La audiencia quedó impactada, los murmullos eran cada vez más altos mientras que la familia Kreig observaba con calma la situación. Entonces, el padre de Teodoro se levantó y caminó hacia el encuentro de ambos.

—Disculpando la interrupción, yo Dío Kreig, bajo mi cargo como cabeza de la familia Kreig, líder político de las 3 grandes familias y partidario del concejo de Core, apruebo el duelo solicitado por la familia Tesnow—Dijo haciendo una reverencia ante los 2 presentes—, sin embargo, quiero aclarar que mi familia solo formará parte de esto como testigo del duelo, no apoyaremos un comportamiento irrespetuoso en una ceremonia importante como esta.

La audiencia miraba estupefacta, ciertos personajes como Teodoro Kreig y Gustav Greedburn se acercaron al encuentro para dialogar con los involucrados.

—Yo Gustav Greedburn acepto su participación como testigo y jurado del duelo en representación de mi familia.

Teodoro en cambio se acerco directamente a Julie y susurró algunas cosas a su oído, luego Julie procedió a levantarse y se acercó a Tom.

—¡Acepto!...

Solo con esas palabras todos soltaron un pequeño grito de asombro, por otro lado, Domi, quien antes parecía tener una mirada perdida, ahora parecía querer llorar con lo sucedido, no entendía porqué Tom llegaría a tales extremos, sobretodo con el funeral de su padre de trasfondo. Si no fuera porque Tom es alguien importante para ella no toleraría semejantes actos en esta situación, pero ella pensaba que algo debió suceder en el corto tiempo que no se habían visto. La razón de que Domi se encontrara con su padre la noche anterior se debía a que antes del suceso se habría escapado para estar con Tom.

—Ahora porfavor, necesito que ambos contrincantes dialoguen las condiciones del duelo—Dijo Dío mientras se acercaba a ambos frente a frente—.

—Solicito a Julie Greedburn la abdicación del trono, además, ¡Pido la mano de Domi Greedburn!...

Hubo un pequeño silencio entre la multitud, sobretodo entre la familia Kreig, pues ya habían conversado con los Greedburn acerca del matrimonio de Domi y Teodoro. Domi por otra parte parecía exaltada y ruborizada, sus pensamientos comenzaron a acelerarse hasta que cayó rendida en su asiento.

Julie lo miró extrañado, luego volteó su mirada hacia su hermana y finalmente se decidió.

—Acepto. Por mi parte exijo a la familia Tesnow el abandono de su lucha por el trono, no podrán presentar un duelo al menos durante mi periodo al mando, no necesito nada más—Julie parecía no estar interesado en el duelo, miraba a su alrededor las reacciones de la gente y el ataúd de su padre—. «Si no hubieras muerto» pensó.

—Entonces, como testigo ya he escuchado sus condiciones, juro por el nombre de mi familia que las haré valer sea quien sea el que gane—Dío hacía una reverencia y procedía a informar a los demás de las condiciones del duelo—.

Verán los duelos en este mundo siguen 3 reglas esenciales:

1.Nunca puedes negarte.

2.Condiciones claras más testigos del mismo.

3.No matar.

La razón de la tercera regla es netamente para sacar provecho del perdedor, así no hay conflictos ni rencores, si pierdes o ganas tienes que aceptar estas 3 reglas. Porsupuesto un duelo solo puede ser propuesto si los intereses de ambos están en conflicto, para evitar duelos innecesarios, si los testigos no están de acuerdo con formar parte de los intereses entonces el duelo no se puede dar a lugar y cualquier conflicto que surja luego de rechazarlo no es considerado un duelo. Por eso fue tan importante la participación de los Kreig en esto, Julie comenzaba a sospechar que los Tesnow podrían estar detrás de la muerte de su padre, tal y como lo mencionó Teodoro antes, aún así la condición de volver a Domi su esposa no se relacionaba con esto, por lo que Julie estaba dudoso.

Luego de poner al tanto a la gente, Julie exigió un último favor a Tom, que se respetara la ceremonia de su padre posponiendo el duelo para el siguiente día, dando espacio así para continuar con el funeral de Federico.

Para cuando el funeral se retomó, se daba inicio a la cremación del cuerpo, todo esto para mantener la pureza de su alma y asegurar un camino junto al dios Reus, pilar fundamental de la religión de Ricame, le llamaban dios de la vitalidad y la fuerza, su bendición significaba una vida larga y un cuerpo fuerte, al menos lo segundo fue cierto, sin embargo Federico fue asesinado a sus 54 años de edad, un buen promedio de años, pero no la vida más longeva del reino.

Julie y Domi, junto a su madre, se posaban frente al ataúd en llamas de su padre, mientras sus sombras se alargaban a sus espaldas. Todo parecía estar comenzando a moverse.

Fin de la primera parte.