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Ecos de una Realidad Perdida

Andre_TellAP
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Synopsis
Sumido en un mundo de sombras y recuerdos fragmentados, Vyomi despierta sin saber quién es ni cómo llegó a una mansión llena de misterios. Atormentado por voces que le exigen recordar y guiado por un mayordomo enigmático, deberá seguir los hilos rojos que lo llevarán a enfrentar su pasado olvidado. Entre sueños distorsionados y realidades rotas, Vyomi descubrirá que algunas verdades están más allá del alcance de la memoria, y que el olvido puede ser tanto una bendición como una condena.
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Chapter 1 - DESPIERTA

—¡DESPIERTA!

La palabra estalló en mi cabeza, sacudiéndome de golpe. Abrí los ojos, pero solo había oscuridad. ¿Qué... dónde...? 

 Nada. No había suelo, ni cielo. Solo un vacío infinito que me envolvía por completo. Algo no estaba bien.

—Despierta... —la voz volvió a sonar, más cerca esta vez, más insistente.

Intenté moverme, pero mi cuerpo no reaccionaba. El miedo se instaló en mi pecho.

—¿Qué... está pasando? —murmuré, mi voz apenas salía. No sabía dónde estaba ni qué ocurría.

—Al fin... —la voz sonaba aliviada, pero también cargada de urgencia—. Estás atrapado, pero puedes salir. Solo 

 tienes que intentarlo.

¿Intentar qué? No tenía sentido. Miré a mi alrededor, pero solo había oscuridad. Nada tenía sentido.

—No entiendo... ¿quién eres? —mi voz temblaba—. ¿Qué es este lugar?

—Soy... —la voz sonaba rasposa, como si le costara hablar—. Hemos estado buscándote. ¿No recuerdas nada?

"¿Buscarme?" Intenté recordar, pero mi mente estaba en blanco. Como si algo hubiera borrado todo lo importante.

—No... no recuerdo nada —dije, sintiendo cómo el pánico crecía dentro de mí.

El silencio que siguió me hizo sentir aún más perdido.

—Concéntrate —ordenó la voz, más firme—. Tienes que recordar. ¿Qué fue lo último que viste?

Cerré los ojos, pero no había nada. Ningún recuerdo. Solo un vacío opresivo.

—No lo sé... no puedo recordar nada —balbuceé—. Ni siquiera sé quién eres.

Otro silencio, más pesado, como si la voz estuviera asimilando lo que acababa de decir.

—Ya veo... —la tristeza era palpable en su tono—. Estás más perdido de lo que pensaba. —Suspiró, casi con resignación—. ¿Qué pasó con...? ¿No lo recuerdas?

Cada vez que hablaba, me sentía más confuso. Negué con la cabeza, intentando alejar la sensación de impotencia.

—¡No sé de qué hablas! —grité—. ¡Todo está oscuro! ¡No entiendo nada!

—¿Todo está oscuro...? —la voz se desvanecía lentamente—. Fue después de que ella te tocara, ¿no?

—¿Ella...? —pregunté, confuso—. No sé de quién hablas.

El tono de la voz se hizo más distante, casi un susurro.

—No queda mucho tiempo... pero debes recordar. Ven a... —una palabra que no logré entender—. Te necesitamos. Recuerda...

—¡Espera! ¡No te vayas! —grité, pero la voz ya se había ido. El vacío que dejó fue peor. Silencio absoluto.

De repente, una luz cegadora rompió la oscuridad. Mi cuerpo cayó con fuerza al suelo, y el impacto me arrancó el aire de los pulmones. Estaba jadeando, sudor frío cubría mi piel mientras todo daba vueltas a mi alrededor. Parpadeé varias veces, intentando enfocar, pero el lugar era apenas visible bajo la luz intermitente de un foco sobre mi cabeza.

El polvo bajo mis manos confirmaba que aquel sitio llevaba abandonado mucho tiempo. Me levanté con esfuerzo, sintiendo cómo una oleada de vértigo me invadía.

Frente a mí, la puerta destrozada parecía la única salida, pero al acercarme, un hilo rojo grueso y tenso bloqueaba el paso. Tiré de él con desesperación, pero era inútil. Parecía impenetrable, como si estuviera allí con un propósito. A pesar de su belleza extraña, me provocaba una profunda incomodidad.

"RECUERDA."

La palabra resonó en mi mente con un eco frío. Retrocedí de inmediato, un escalofrío recorriendo mi espalda. 

—Tengo que salir de aquí... —murmuré, aunque algo dentro de mí sabía que no sería tan fácil.

Avancé con cautela hacia el otro lado, mis pasos resonaban sobre el suelo de madera. A medida que avanzaba, los detalles a mi alrededor se iban revelando. Había algo extrañamente hermoso, pero inquietante, en todo. Acabados de madera oscura, reflejos dorados en los bordes de las molduras, y luces tenues que proyectaban sombras alargadas. El aire estaba impregnado con un suave aroma a incienso, casi reconfortante, pero no podía sacudirme la sensación de que todo esto intentaba ocultar algo más.

Algo no cuadraba.

Más hilos rojos se extendían a lo largo de los pasillos y puertas, tensos y brillantes, bloqueando el acceso como si protegieran algo. Me acerqué con cautela, pero todo parecía estar prohibiéndome el paso.

Y entonces, lo sentí.

Algo se movió. Me quedé inmóvil, intentando enfocar mis ojos, pero lo único que alcancé a ver fue una sombra, rápida, que desapareció tan pronto como había aparecido. Parecía estar... manipulando los hilos.

Mi corazón se aceleró. No estaba solo.

—Corre... —susurré, y sin pensarlo dos veces, me adentré en el lugar. Tenía que saber qué estaba pasando.