Una noche, después de un encuentro ardiente, Javier se quedó en su cama, envuelto en las sábanas. Mientras ana lo observaba, el temor comenzó a formarse en su pecho. ¿Estaba siendo desleal a su memoria? Fue entonces cuando él, casi como si hubiera leído su mente, le confesó que había estado en una relación anterior que lo había marcado profundamente. Sus palabras resonaron en ana , como un espejo que reflejaba su propia confusión.
Al día siguiente, Ana decidió visitar un lugar que solía frecuentar con Luis. Las memorias la golpearon con fuerza. Sentada en el banco donde habían compartido risas, sintió que el dolor regresaba con más intensidad. Luis siempre había sido su ancla, y aunque había decidido abrirse a nuevas experiencias, la sombra de su amor no se desvanecía.