Lilly
—Necesito vestirme —dije mientras intentaba levantarme, pero él me detuvo.
—Espera, necesitamos meternos al agua antes de que vuelvas a la casa de la manada. Toma —dijo mientras me entregaba una botella de gel de baño de olor neutro y me pregunté si Grace había estado aquí.
—¿Ha estado aquí? —pregunté, mi curiosidad superándome y él negó con la cabeza, sus ojos encontrándose con los míos.
—No. Nunca —respondió y parecía que decía la verdad.
Asentí antes de levantarme y salir hacia el Bosque, lista para lavar su olor que el lobo había puesto tan amorosamente en mí y regresar a la casa de la manada.
No intenté cubrirme, todavía tenía puesta mi ropa interior y él ya había visto mi cuerpo.
No existe tal cosa como la modestia entre lobos, con parejas era diferente porque prestamos atención a los detalles, pero no había nada de qué avergonzarme.
Es solo piel.
La tienda estaba colocada muy cerca de la orilla del agua.