—No podemos Zain —digo en silencio—. Viste lo que pasó cuando estamos solos, ellos toman el control y nos poseen y no podemos decidir qué sucede. Podríamos terminar haciendo algo mucho peor y ¿entonces qué? No podemos. Simplemente no podemos y aunque sienta la necesidad de estar cerca de ti, no puedo. Solo dolerá al final y necesitas dejar de ver a Dan como una amenaza. ¡Él es tu hermano y mi mejor amigo! Seré su amiga. Dile a tu lobo que necesita detenerse. ¿Crees que es justo decirme que no puedo tener a nadie? ¿Que no puedo tener un amigo con quien hablar? Mientras me veo obligada a observarte desfilar a tu zorra como si fuera un pony de exhibición —le grité porque estaba enojada, mi lobo luchaba conmigo por reclamarlo, sacándola de la ecuación pero yo estaba ganando.
Apenas.
Salí al aire cálido.
El sol estaba más alto, probablemente eran las 9 a.m. ahora.
Dejé que el aire me secara, cuidando de no tocar ninguna de sus pertenencias que retendrían su olor.