Wen Qinxi no perdió tiempo, estaba bajo presión para entregar resultados pero tontamente terminó haciendo una tarea fuera de su descripción de trabajo solo para perseguir una falda. Nunca se había sentido tan jodidamente estúpido antes mientras examinaba el dispositivo revisando todos los puertos. Li Menxie rodó los ojos hacia él pensando, «¿Piensas que soy tan jodidamente estúpida como para no revisar mis puertos antes de llamarte?».
Irritada al máximo, se escapó en silencio mientras él se metía debajo de su escritorio para inspeccionar más a fondo. Wen Qinxi frunció el ceño cuando descubrió dónde estaba el problema, ni siquiera estaba encendido el enchufe. —¡No revisaste la fuente de alimentación, alguien debe haber apagado el circuito principal sin que lo supieras! —gritó con la cabeza metida bajo el escritorio mientras estiraba la mano para encenderlo. Lo único que podías ver era su trasero alegre sobresaliendo debajo del escritorio.
Qie Ranzhe, que acababa de salir del ascensor, se encontró con esta situación con un hombre extraño bajo el escritorio de su asistente hablando solo con el culo de fuera. Frunció el ceño mientras hacía señas de seguridad para que manejaran al loco lunático merodeando su oficina sin permiso.
Wen Qinxi, que acababa de encender la computadora, fue arrastrado de debajo del escritorio y obligado a enfrentarse a un hombre dominante y atractivo con seductores ojos de fénix que lo retenía. «¡Carajo! ¿Este es Qie Ranzhe? Santo cielo, ¿cómo puede ser un hombre tan jodidamente guapo? ¿Es un jodido dios disfrazado enviado para avergonzar a los demás?» pensó desviando la mirada. De repente, se sintió tan inferior como un pollo entre pavos reales.
Ahora entendía por qué su encantadora sonrisa no le sirvió de nada con Li Menxie, enfrentada a un hombre tan deslumbrante todos los días, ¿qué más podría querer? No era solo su rostro, el tipo era una cabeza más alto que Wen Qinxi con un cuerpo bien formado que le causaba envidia. —Jaja, vine a arreglar la computadora de tu asistente. Soy el chico de Soporte Técnico, —dijo nerviosamente riendo mientras miraba a la fornida seguridad sosteniendo sus brazos a ambos lados.
Qie Ranzhe no dijo nada, tocó el teclado con sus largos y delgados dedos antes de meter las manos en los bolsillos. Wen Qinxi sonrió con desdén por dentro mientras miraba sus propios dedos rechonchos pensando, «Simplemente jodidamente genial, el Señor Perfecto aquí haciéndome sentir como una mierda. ¿Ni siquiera tienes un solo defecto?».
—Parece estar funcionando bien, ¿cuál era el problema? —preguntó con un tono fresco y pausado.
«¡Porque lo jodidamente arreglé yo, imbécil!», gritó internamente con una sonrisa falsa rechinando los dientes. —Era un problema menor, la fuente de energía estaba apagada y la volví a encender para ella.
Qie Ranzhe asintió con la cabeza mientras decía:
—Está bien, entiendo. ¿De qué departamento eres? — Wen Qinxi suspiró aliviado mientras la seguridad lo soltaba, seguramente Qie Ranzhe era un hombre comprensivo. Pero por más comprensivo que fuera, Wen Qinxi no era lo suficientemente estúpido como para revelar honestamente que era del equipo de innovación y programador principal del proyecto 'Insignia' al que Qie Ranzhe había otorgado máxima prioridad. Si descubría que estaba aquí encendiendo la computadora de una mujer hermosa en lugar de trabajar en el proyecto, estaría en un montón de problemas, así que mintió.
—Soy de Soporte Técnico, —dijo realmente aliviado de que Qie Ranzhe no tuviera absolutamente ninguna impresión de él, de lo contrario quién sabe si aún tendría trabajo al final del día. Justo cuando Qie Ranzhe consideró aceptable la respuesta, Li Menxie entró con la cara retocada. Definitivamente había escapado para retocar su maquillaje sin siquiera decírselo a Wen Qinxi.
«¡Oh, jódeme! ¿Me dejaste hablando solo como un loco solo para que pudieras verte bien para tu jefe? ¡Mierda! ¿Cómo puede ser tan despiadada?» pensó mientras esperaba que Qie Ranzhe lo dejara irse.
—Li Menxie, ¿llamaste a soporte técnico solo para encender tu computadora en la fuente de poder? —preguntó Qie Ranzhe señalando a Wen Qinxi. Su rostro antes radiante cuando vio a su jefe rápidamente se volvió agrio lanzando una mirada fulminante a Wen Qinxi con una expresión de 'no jodas esto para mí'. Fue entonces cuando Wen Qinxi se dio cuenta de que iba a ser el cordero sacrificado por fuego por fuerza.
—No presidente Qie, él me llamó para informarme que algo estaba mal con mi computadora y no podía acceder a ella remotamente, así que tuvo que subir y arreglarla físicamente —dijo ella con una expresión sombría mintiendo a través de sus dientes. Sabía que Wen Qinxi no podía venderla porque él mismo era culpable de abandonar un proyecto de máxima prioridad para ayudarla. Diablos, estaba preparada para jugar la carta de 'él está interesado en mí' solo para salvar las apariencias.
Wen Qinxi tenía una expresión impasible, pero estaba maldiciendo como un marinero en su mente, utilizaba palabras malsonantes que no eran apropiadas para decir en voz alta, especialmente a una dama.
Qie Ranzhe parecía creer más a su asistente concluyendo la situación como 'el chico le gusta una chica y decide estúpidamente usar su conocimiento de TI para iniciar una conversación'. Despidió a Wen Qinxi y pidió a la seguridad que lo acompañara al salir.
Sería quedarse corto decir que Wen Qinxi salió de esto simplemente decepcionado, porque estaba extremadamente molesto. No solo con Li Menxie sino consigo mismo por ser tan estúpido. Al menos Qie Ranzhe no tenía idea de quién era, de lo contrario podría haber recibido una advertencia seria o incluso haber perdido su posición en el equipo.
Sí, Qie Ranzhe era tan mezquino, recordaba que una vez el chico atacó a un niño por regalarle a su novia un bolígrafo de unicornio que ella había pedido en primer lugar. Lo triste era que la víctima no tenía ningún interés en chicas, pero aún así fue atacado por ello. Wen Qinxi regresó a su oficina sintiéndose miserable.
Por otro lado, Qie Ranzhe entró en su enorme oficina mientras instruía a Li Menxie para enviarle el archivo del chico de soporte técnico. No iba a dejarlo ir sin algún tipo de disciplina y quizás la próxima vez no trataría su oficina como un sitio de citas. Mientras esperaba el archivo, sacó su teléfono antes de marcar un número registrado como Huangzhi. Frunció el ceño cuando una voz pregrabada le informó que el número estaba actualmente fuera de servicio.
Se recostó en su silla con una expresión adolorida en su rostro, apretando el puente de la nariz frustrado. Huangzhi era la única mujer que había despertado el interés de Qie Ranzhe lo suficiente como para perseguirla y lo logró. Habían estado involucrados el uno con el otro durante cinco años a punto de cumplir seis cuando le propuso matrimonio. Aunque era una relación a distancia, Qie Ranzhe estaba locamente enamorado de ella y por eso no dudó, pero las cosas no salieron como se planeaba. Ella rechazó su propuesta cruelmente, su razón era que él era aburrido y solo lo toleraba porque su madre se lo rogaba.
Lanzarle dinero era inútil porque a diferencia de cualquier otra chica, la compañía de su familia valía más que la suya. Esa era la razón por la que trabajó duro para construir algo por sí mismo para poder demostrarle que era capaz, pero no fue suficiente para hacerla quedarse. Era evidente que ahora su número estaba bloqueado y dolía como el infierno ser rechazado.
—Señor, envié el archivo del chico de soporte técnico —dijo Li Menxie interrumpiendo sus pensamientos con una sonrisa tímida. Ella estaba completamente al tanto de la situación con Huangzhi y esperaba que Qie Ranzhe se fijara en ella aunque fuera como un rebote. Si eso sucediera, estaría asegurada de por vida. Solo de pensarlo le causaba fisuras involuntarias por todo el cuerpo, nunca tendría que trabajar un solo día en toda su vida.
—¿Wen Qinxi? —dijo Qie Ranzhe interrumpiendo su fantasía corrupta.
Los ojos de Qie Ranzhe se endurecieron cuando leyó el archivo, el pervertido le había mentido. Wen Qinxi formaba parte del proyecto 'Insignia' y era programador principal. Al principio, quería solo citarlo por comportamiento inapropiado en el trabajo pero ahora tenía que optar por una sanción más severa.