—¿Qué demonios quería esta mujer loca? —Los pelos de Jin Jiuchi se erizaron. No podía creer la desfachatez de su mirada llena de codicia y hambre. ¡Habitualmente era él quien miraba a los demás de esa manera, cómo se atrevía ella a hacerle lo mismo?
Un destello de sorpresa brilló en los ojos de Lily cuando Jin Jiuchi logró bloquear su ataque. Pero esa sorpresa pronto se convirtió en intensa excitación y alegría. ¡Y se enfrascaron en una batalla feroz! La velocidad de Lily era extremadamente rápida ahora, tan rápida que podría considerarse que se teletransportaba. Pero después de todo estaban en el agua; sin importar cuán rápida fuera, las corrientes siempre advertirían a Jin Jiuchi de su ubicación, ¡lo que le permitiría bloquearla una y otra vez! ¡Para sorpresa de Lily, estaban igualados!