En el puente de navegación, alertas rojas parpadeaban a través de los sistemas de radar, y el pánico se extendía entre la tripulación.
—¡El sistema de navegación está caído!
—¡Los instrumentos de respaldo tampoco funcionan!
—¿Y el dispositivo de comunicación? ¿Podemos enviar una señal de SOS a los guardacostas?
—¡Sin señal! ¡Estamos aislados!
—¡Oh Dios, por qué demonios está pasando esto?
En medio del caos, se dieron cuenta tarde de que su capitán estaba desaparecido.
—¿Dónde está el Capitán? ¡Necesitamos que tome una decisión!
De repente, la puerta se abrió de golpe y alguien entró corriendo, su rostro retorcido por el horror.
—N-No es bueno! Fuera, hay...
No había terminado su frase cuando, sin previo aviso, escamas surgieron bajo su piel y sus uñas se alargaron. El miedo y el terror en sus ojos fue reemplazado por pura hambre. Con un rugido, se lanzó sobre la persona más cercana, provocando gritos que llenaron todo el espacio.
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