Hace diez minutos, afuera de la puerta del más allá.
Jin Jiuchi bajó la mirada hacia la helada hoja que tenía contra su garganta, luego chasqueó la lengua —Nian'er, ¿por qué eres tan violento? —Dejó ir suavemente el cabello plateado que estaba agarrando con una sonrisa. No solo eso, incluso ayudó a meter los mechones sueltos detrás de las orejas de Shen Nianzu. Sus dedos eran inesperadamente gentiles y cuidadosos, pero aun así consiguieron enviar escalofríos por la columna de Shen Nianzu, era como si estuviera atado a una bomba volátil que podría explotar en cualquier momento —No eres tan despiadado con ese tonto, entonces, ¿por qué es diferente cuando se trata de mí?
'¿Ese tonto?' Shen Nianzu reflexionó por un segundo antes de darse cuenta de que el 'Jin Jiuchi' frente a él debía estar hablando del otro Jin Jiuchi, el de ojos plateados.
—Ja... —soltó una risa incrédula teñida de un toque de burla—. Por supuesto, eso es porque él no me hará daño, a diferencia de ti.