Un Cíclope de Rango Monarca estaba lejos de ser su único problema esa noche, y había más gigantes dirigiéndose hacia ellos desde todos lados a donde Karl miraba. Era casi como si su ubicación fuera un faro para los atacantes, y estaban decididos a eliminar la amenaza que había detenido la última oleada tan eficazmente.
Con espadas dobles, los Guardaespaldas Lamia eran excelentes compañeros. Tenían [Cuerpo Llameante] para potenciar sus armas y [Desgarrar] para ataques a distancia, así que simplemente podían seguir el liderazgo de Karl mientras él se giraba para enfrentar a los oponentes más fuertes que pudiera encontrar.
—Creo que hay más Monarcas en camino hacia nosotros ahora que los que hubo en toda la oleada anterior. Eso no parece correcto —comentó Halcón.
—¿Es posible que haya más poderosos aún escondiéndose de anoche, o que estuvieran en la Fortaleza, y los eliminamos antes de que pudiéramos encontrarlos? —sugirió Karl.
