{Cuervo}
Mientras el último estudiante tomaba su turno enfrentándose a Javir, Cuervo observaba desde un costado, su mente acelerada.
«Maldita sea», pensó. «No debería haberme dejado llevar así. ¿Y si Javir ahora sospecha algo?»
Pero cuando Javir llamó la atención de la clase, Cuervo se obligó a tomar una respiración profunda, para reprimir el pánico creciente en su pecho.
«No, no, no. Mantén la calma», se dijo a sí misma con severidad. «Puedes manejar esto. Solo actúa con naturalidad, y todo estará bien.»
—Vaya, vaya, vaya —dijo Javir, una sonrisa irónica extendiéndose en su rostro mientras observaba a los estudiantes frente a ella—. Debo decir, eso fue todo un espectáculo. De incompetencia, es decir. ¡Son realmente, realmente malos!
Unas cuantas risitas nerviosas resonaron a través de la clase. La mayoría de los estudiantes solo parecían avergonzados o molestos, pero Javir logró aliviar un poco el ambiente con eso.