Alicia acababa de salir de la sala de ducha cuando notó que Enzo estaba sumido en profundos pensamientos. Él estaba de pie en silencio, mirando a través de la ventana.
—¿En qué estás pensando? —se acercó a Enzo y lo abrazó desde atrás.
Enzo sonrió débilmente y dijo:
—Soy Enzo Williams de Ciudad de York. Perdí a mi hermana y a mi padre hace cinco años... Eso es lo que he descubierto sobre mi identidad hoy.
—¿Estás triste? —preguntó ella, intentando evaluar sus sentimientos.
—Estoy un poco triste. Pero estoy contento porque he encontrado una nueva esperanza. Creo que podría recuperar la memoria si regreso a Ciudad de York y me encuentro con mis otros familiares —Enzo se sentía decidido.
Mientras tanto, Alicia no estaba contenta de escuchar esto. Enzo planeaba dejar Fortuna Grande y volver a Ciudad de York para recuperar su memoria. Esto era algo que ella y su jefe querían evitar que ocurriera.
—Hmm. Entiendo —dijo Alicia simplemente, ocultando su intención de detenerlo.