En vez de ir directamente a la compañía recién asignada, Natalie decidió tomar una ruta diferente.
«Si quiero controlar a la gente en la compañía, hacer lo opuesto a lo que esperan sería el mejor enfoque por ahora. Que me esperen», pensó, girando su auto hacia el lugar de su proyecto actual de renovación de hogar.
Pronto llegó a la zona más exclusiva de la ciudad, donde solo las personas más influyentes y adineradas poseían casas. Cada residencia era más opulenta que la anterior.
«Algún día, una de estas casas será mía», murmuró, con determinación brillando en sus hermosos ojos.
Siguiendo el GPS, finalmente llegó a su destino. El guardia de seguridad en la puerta le permitió la entrada después de que declaró su propósito y mostró su identificación.