—No tenemos tiempo para esto —dijo tranquilamente, apartándola suavemente mientras entraba a su casa con su bolso, sin tener en cuenta que era la casa de Natalie, no la suya.
—Ayúdame a organizar mis cosas, rápido —instruyó.
—Espera... ¿Qué está pasando? —preguntó ella, mirando el bolso lleno de sus pertenencias—. ¿Qué significa esto? ¿Por qué estarían tus cosas aquí...?
—Tu abuelo llegará en los próximos diez minutos —respondió Justin, ocupado sacando cosas del bolso.
Natalie palideció, todos los colores se drenaron de su rostro. —¿A-abuelo? ¿Por qué estaría aquí?
—¿Preferirías dejar que descubra tus mentiras, o me ayudas ahora para que no parezca que tu esposo no vive contigo? —Su voz era fría e impaciente—. Estará aquí en cualquier momento. Luego, no me culpes por no haberte advertido…