Lyla
—¿Qué? —mis ojos se abrieron de sorpresa—. ¿De veras? ¿Cómo? Quiero decir, ¿por qué? Beta Jeremy no parece alguien que albergaría resentimiento contra nadie. El hombre solo sonríe cuando ve a su hijo. Me recuerda a un oso.
—Tú no sabes nada sobre los Betas —se rió la Niñera—. Ellos guardan y soportan rencores, como ancianas, pero es una historia larga y nada insignificante. No te preocupes, simplemente me quedaré en mi antigua habitación en los cuartos de las sirvientas y evitaré a tu madre.
Mi mente voló hacia lo que Nathan me había contado antes sobre él escuchando conversaciones acerca de mi papá y su papá discutiendo por la Niñera. ¿Había una razón detrás de ello? Además, cuando había llegado por primera vez a Cresta Azul, Beta Jeremy no paraba de preguntarme si la Niñera aparecería.
¿Qué estaba pasando realmente entre ellos?