Kelyk tomó su turno para hablar, inclinándose hacia adelante y colocando los codos sobre sus rodillas. Luego juntó las manos y las colocó bajo su barbilla antes de levantar la cabeza para encontrarse con la mirada de Sterling.
—¿Tienes algún conocimiento sobre su pasado? ¿Ha compartido ella alguna información contigo sobre su familia y sus orígenes?
La pregunta hizo que el ceño del Duque se frunciera y una mueca de desagrado apareciera en su rostro. Kelyk sonrió complacido, satisfecho de haber tocado una fibra sensible.
El Duque despreció al mago con desdén. —¡Pfft!—¿Por qué insistes en hacer preguntas cuando ya conoces la respuesta?