El Duque se erguía imponente, observando a las mujeres en la habitación. Se veía aún más regio vestido de atuendo real —Tengo algo que quisiera darle a Faye y debemos apresurarnos. Las carrozas están en el camino principal. Deberían entrar por las puertas principales en unos diez minutos.
—Además, Mielle, estos son para ti —le entregó todos menos un pequeño paquete a la criada—. Gracias por tu servicio a la Duquesa. Estos son de parte de Faye y mía. Esperamos que tengas un Feliz Yule.
Mielle se inclinó agradecida ante la pareja noble y los agradeció antes de irse rápidamente —Gracias, Su Gracia. Ha sido muy amable.
—Ah... un artículo más, Mielle, antes de que te vayas —el Duque entrecerró los ojos hacia la criada y le dio una sonrisa extraña—. No quiero verte a ti ni a Andre alrededor de esta fortaleza durante la próxima semana.