El corazón de Allison latía fuertemente en su pecho mientras intentaba desesperadamente alejarse de Carter. Su cuerpo se volvió rígido y tenso mientras él apretaba más su agarre en su cabello, causándole un agudo dolor que le recorría el cuero cabelludo. Se estremeció cuando la cuchilla de él se hundió más en su costado.
—Cuidado… sé una buena chica —advirtió Carter, su voz teñida de un cruel filo. Soltó su agarre de su cabello, solo para agarrarle el brazo superior, sus dedos se clavaban en su delicada carne.
—Intenta hacer otra travesura como esa, y te mataré lentamente en lugar de rápido —susurró. Sus palabras rezumaban malicia, enviando un escalofrío por las venas de Allison.
—¡Ahora, muévete! —exigió él, su tono frío y autoritario. Empujando la esbelta figura de Allison hacia la barra y su padre. Su presencia se cernía sobre ella, proyectando una sombra que la hacía sentir incómoda.