—Sí... Él no vive aquí, en el sombrío pueblo de Parrish de Granshope —dijo Dahlia con sequedad.
La ceja de Carter se arqueó mientras escuchaba a través de la puerta el comentario de la otra mujer. —Entonces tiene que haber algo mal con él. Ningún hombre como él elegiría tratar tan bien a mujeres como nosotras. Tiene una agenda oculta.
Internamente, Carter se rió entre dientes. Este era el lugar que deseaba hacer su hogar. Había encontrado este pintoresco pueblo y a su gente, encantadores. Estaba en mal estado ahora, pero con tiempo, cuidado y el liderazgo adecuado, podría volver a ser un gran lugar. Pensó que si Dahlia lo supiera, probablemente estaría muy sorprendida por sus sentimientos hacia este lugar.
—Bueno entonces, ¿ronca como un oso? —preguntó la mujer.