Ella dejó escapar un gemido, aferrándose a su ropa con fuerza, sintiendo las piernas demasiado débiles para sostenerse. Solo entonces él maliciosamente se separó de su cuerpo. —Mandaré a alguien para que te acompañe por el pasaje VIP más tarde. Luego me lo compensarás —dijo.
Eric jadeaba pesadamente, luchando por suprimir sus deseos desenfrenados.
Ella soltó un suspiro de alivio.
—¡Y te estaré esperando fuera de la escuela en momentos aleatorios! —añadió él.
Ella sintió que todo su cuerpo se calentaba. Lo empujó apresuradamente, tomó algunas respiraciones profundas e intentó disipar el calor que le recorría.
—Yo... ¡Yo me iré primero! Espera un poco antes de irte, ¿vale? —dijo ella, con la cabeza baja, mientras abría apresuradamente la puerta y salía, aterrorizada de que si se quedaba un momento más, él la devoraría.
Eric observó su figura que huía con una sonrisa burlona. El cuerpo de esa pequeña mujer se estaba volviendo cada vez más irresistible para él.