Bai Xifeng hizo un pequeño corte para hacer un orificio en los pies de Ren Liqiu. La sangre brotó. Shen Shoushan frunció el ceño al ver la sangre en los pies de su esposa. Sabía que Bai Xifeng lo hacía por el bien de su esposa.
Bai Xifeng limpió la sangre antes de colocar las agujas alrededor del corte. La sangre se detuvo inmediatamente.
—Tráeme la carne de res —ordenó Bai Xifeng.
Yu Xiaohui trajo la carne de res a Bai Xifeng. Bai Xifeng tomó la carne y envolvió los pies de Ren Liqiu con la carne.
Luego Bai Xifeng colocó el papel en la frente de Ren Liqiu.
—¿Qué estás haciendo? —preguntó Shen Shoushan.
—Estoy invitando a los parásitos a salir —dijo Bai Xifeng—. Solo necesitamos esperar un rato.
Bai Xifeng usó su habilidad de inscriptor. Intentó aumentar la temperatura del cuerpo de Ren Liqiu. A los parásitos no les gustan las temperaturas altas.
Media hora después, podían escuchar un zumbido proveniente de Ren Liqiu. Específicamente de los pies de Ren Liqiu.
