Zhu Qian caminó hacia Fang Chi y le entregó un sobre rojo que sacó de su manga. —No es mucho pero es nuestra buena voluntad, por favor no lo rechaces.
Por supuesto, Fang Chi no podía rechazarlo ahora que Zhu Qian lo había dicho de esa manera, así que tomó el sobre rojo y agradeció a Zhu Qian por sus deseos. Detrás de él estaba Lang Ru que había seguido a su papá, dado que aún era joven, podía, por supuesto, venir a la sección donde no se permitían mujeres, se acercó a Shen Li y tiró de su túnica. —Hermano Li, ¿puedes bajar a Mai? Quiero jugar con él.
Shen Li sonrió mientras accedía a la solicitud de Lang Ru, cuidadosamente bajó a Yu Mai quien tambaleándose se dirigió hacia su amigo. —Voy a ser tío —dijo sonriendo como un tonto—. Le pregunté a mi cuñado, una vez que nazca el bebé, incluso podremos jugar con él.