—¡Abuela! ¿De qué estás hablando? —Fang Chi, que acababa de venir del patio trasero después de lavarse y vestirse, se sonrojó de inmediato. Su tez entera se tornó roja y miró a su abuela con el ceño fruncido—. ¡No digas esas cosas, aún no estamos casados!
Pero la abuela Fang no tomó en serio su balbuceo enojado, agitó su mano y rodó los ojos—. ¿Por qué actúas tan tímido? De todas formas, te vas a casar en un mes o algo así, no es como si no supieras lo que harás después de casarte...
—¡Ahhhhhhh! —Fang Chi se apresuró hacia adelante y cubrió las orejas de Yu Dong mientras siseaba a su abuela—. Ya prometí que te daré un nieto tan pronto como pueda, entonces, ¿por qué divagas frente a Yu Dong? Yo sé y he aprendido todo lo que me enseñaste pero tú... ¡deja de mencionarlo! No importa cuánto lo discutas frente a Yu Dong, al final, todavía tienes que esperar hasta que nos casemos antes de que haya alguna posibilidad de que me quede embarazado.