Chapter 14 - No salgo con niños.

Fu Mingze, que acababa de salir de una reunión de dos horas, miró su reloj y vio que ya eran las seis; se preguntó si esa chica aún estaría leyendo en su oficina. Abrió la puerta de su despacho y la vio durmiendo sobre sus libros, se acercó a ella y sonrió inconscientemente al ver que estaba babeando sobre sus libros. Le acomodó el pelo que le caía sobre los ojos pero se quedó paralizado cuando ella abrió los ojos, ambos se miraron durante unos segundos antes de que Fu Mingze se alejara de ella y le dijera fríamente —Si no puedes estudiar tan solo cinco horas, ¿cómo piensas que vas a conseguir entrar? ¿O acaso tu confianza proviene de que tu madre es miembro del consejo en la universidad?

—¿Qué? —preguntó Yang Meiyi confundida, si solo se había tomado un breve descanso entonces, ¿por qué la regañaban?

—Aunque tu madre consiga que te admitan en la universidad, si tus calificaciones son malas, serás expulsada de la institución —dijo Fu Mingze.

—Si yo dependiera únicamente de mi madre entonces, ¿no estaría estudiando, verdad?

—Entonces deberías estudiar más en lugar de dormirte y babear sobre tus libros.

¿Babear? ¿Cuándo había babeado? Meiyi se preguntó a sí misma cuando notó la saliva en su libro, inmediatamente se limpió la boca y quiso esconderse de la vergüenza y para empeorar las cosas, el fuerte rugido de su estómago se escuchó en la tranquila oficina.

Fu Mingze ocultó su diversión al ver lo rojas que se habían puesto sus mejillas y dijo —Le pediré a Xia Lian que te lleve a casa.

—Salgamos en una cita, estoy segura de que no has comido —dijo Yang Meiyi mientras se levantaba de su silla.

—¿Me estás invitando a salir? —preguntó Fu Mingze con un tono divertido.

—Sí —respondió Yang Meiyi con confianza.

Fu Mingze contuvo sus ganas de reír y dijo —No pudiste siquiera pagar al conductor del taxi y ahora ¿crees que puedes permitirte llevarme a una cita?

Yang Meiyi se sintió muy avergonzada cuando él dijo eso, ¿cómo pudo ser tan estúpida de olvidarse la cartera? Miró a Fu Mingze y dijo —Entonces tú llévame a una cita.

—No salgo con niños.

—Pero yo no soy una niña —se defendió Yang Meiyi y cuando Fu Mingze levantó una ceja hacia ella, continuó— Tengo diecisiete y muy pronto seré una adulta.

—Hasta entonces, sigues siendo una niña.

—¿Entonces eso significa que me permitirás salir contigo cuando cumpla los dieciocho?

—Yo nunca dije eso y se está haciendo tarde, deberías ir a casa.

Yang Meiyi negó con la cabeza y dijo —No.

Fu Mingze frunció el ceño y preguntó —¿No? ¿Piensas dormir aquí?

—No me iré hasta que te haya visto comer, sé que acabas de hacerte cargo del grupo Fu y estás muy ocupado, pero aún así no deberías descuidar tu salud y ¿has estado tomando tus medicinas?

Fu Mingze se masajeó la frente con un suspiro y dijo —Vamos —salió sin decir nada más.

Yang Meiyi sonrió e inmediatamente recogió sus cosas para seguirlo.

...

Fu Mingze detuvo su coche frente a un enorme restaurante y le dijo a la joven en el asiento del pasajero —Baja.

Cuando ambos salieron del coche, Fu Mingze entregó sus llaves al aparcacoches y entraron al restaurante donde les dirigieron a una mesa para dos.

Fu Mingze le dio el menú a Yang Meiyi y dijo —Pide lo que quieras.

Yang Meiyi tomó el menú con una sonrisa y cuando el camarero vino a tomar su pedido dijo —Pasta con bastante carne.

El camarero lo anotó y se dirigió a Fu Mingze para preguntar qué quería —Tráeme lo mismo que ella y una botella de vino blanco para mí, puedes traerle un vaso de jugo a ella.

—Yo también quiero una botella de vino —dijo Yang Meiyi.

El camarero miró a Fu Mingze con una mirada conflictiva y asintió cuando él dijo —Yo soy quien paga y ella es menor de edad.

Después de que el camarero se fue, Fu Mingze preguntó —¿Por qué quieres ir a la Universidad Suwei?

—Porque tú fuiste allí y además si fuera a una escuela menos prestigiosa que Yang Jia, esas viejas chismosas seguramente se burlarían de mi madre —respondió ella.

En ese momento, el camarero llegó con su comida mientras otro colocaba sus bebidas frente a ellos.

—Gracias —dijo Yang Meiyi e inmediatamente comenzó a comer como si no hubiera comido en días.

Fu Mingze se sorprendió de la manera en que ella comía y de repente sonrió —Sabes que la comida no se va a escapar. ¿Tenías tanta hambre?

Yang Meiyi tragó la comida en su boca y bebió su vaso de jugo antes de decir —Claro, tengo mucha hambre. No he comido nada excepto una manzana y eso fue temprano en la mañana.

Fu Mingze rió entre dientes y tomó una servilleta, extendió la mano para limpiarle la boca y dijo —Con la manera en que comes, nadie diría que eres de una familia adinerada.

—Y con la forma en que me tratas, haces imposible que deje de estar enamorada de ti —confesó ella.

Fu Mingze miró a Yang Meiyi y preguntó —¿Quieres dejar de estar enamorada de mí?

—No —respondió ella.

Fu Mingze dejó la servilleta usada a un lado y sirvió su vino en una copa antes de decir —Entonces no creo que tengamos un problema.

Yang Meiyi sintió como si su corazón fuera a estallar de emoción, sus palabras debían significar que no quería que ella dejara de amarlo, significa que definitivamente iba a corresponder su amor algún día. Miró su comida sin tocar y dijo —Tienes que comer.

Fu Mingze sonrió ante su comentario y comenzó a comer. Estar con Yang Meiyi siempre le había traído cierto calor a su corazón y aunque había pensado que mantener distancia sería lo mejor, pero cenar con ella en ese momento le hizo darse cuenta de que la había extrañado.