—Sang Xiu frunció el ceño ante la declaración de Yang Jia y preguntó: «¿Qué es lo que realmente quieres, Yang Jia?»
—¿De qué estás hablando? ¿De repente tienes un problema conmigo salvando la empresa de mi familia? —preguntó Yang Jia.
—Estoy simplemente sorprendido.
—¿De qué hay que sorprenderse? Yang Jia siempre ha sido inteligente —dijo Yang Jiu con orgullo en su voz. Se acercó a Yang Jia y la abrazó.
Después de abrazar a su hija, miró a Sang Xiu y dijo: «Necesito asegurarme de que nada salga mal ese día. Los veré a ambos más tarde».
Después de que Yang Jiu dejó la sala de estar emocionado, Sang Xiu de repente sonrió a Yang Jia y preguntó: «¿Fu Mingze? ¿Es él en quien tienes puestos los ojos ahora?»
Yang Jia frunció el ceño y preguntó: «¿A qué te refieres con eso?»
—Nadie, ni siquiera los medios de comunicación han tenido un vistazo del único nieto de Fu Shen en cuatro años, pero tú fuiste capaz de obtener una invitación personal de él. Y aquí pensé que estabas satisfecha con estar con el hijo ilegítimo de la familia Gu.
—Mi relación con Gu Zhen o Fu Mingze no es asunto tuyo, mantente en tu límite Sang Xiu.
—Sang Xiu asintió y dijo: «Debería, ver cómo vives en la sombra de mi hija va a ser muy divertido después de todo». Sang Xiu recogió las cosas que había comprado con su hija del sofá y salió de la sala de estar.
Por otro lado, Yang Jia miró a Sang Xiu con furia mientras se iba, solo ella sabía cómo había conseguido esa invitación. Inmediatamente vio a Fu Mingze, no dejaba de preguntar por Yang Meiyi. Al menos debería alegrarse de que Fu Mingze no vea a Meiyi como una mujer y tendría que asegurarse de que nunca la vea de esa manera.
—Sang Xiu sonrió cuando abrió la puerta de la habitación de su hija y la vio con el teléfono en la mano. «¿Qué estás buscando en tu teléfono?»
—Yang Meiyi dejó su teléfono y dijo: «Todavía no hay noticias sobre Fu Mingze, todo internet ha estado hablando es del aniversario del grupo Fu. ¿Crees que estará allí?»
—Sang Xiu suspiró y dijo: «Olvida a Fu Mingze, vas a ir a la universidad muy pronto y estoy segura de que conocerás a muchos chicos allí».
—Pero ninguno será como él, ninguno me sonreirá de la forma en que él lo hace.
—He visto la forma en que te trata y te trata como a una niña molesta de la que no puede esperar deshacerse.
—Pero ya no soy una niña, ahora soy un adulto.
—Tienes dieciséis años, cariño.
—Diecisiete en dos días.
—Bien, eres una mini adulta —dijo Sang Xiu con una sonrisa. Acarició el cabello de Meiyi con su dedo y dijo: «Detesto verte así, ¿quieres planear tu fiesta de cumpleaños conmigo?»
—Meiyi negó con la cabeza y dijo: «No creo que quiera una fiesta de cumpleaños este año, papá siempre encuentra una excusa para irse, Yang Jia nunca asiste y todos mis amigos que vienen son falsos, así que mejor no».
—Entonces pasémoslo juntas, te prometo que será divertido. Y al día siguiente es el aniversario del grupo Fu, ven conmigo. No estoy segura, pero creo que Fu Mingze podría estar allí esta vez.
—¿Por qué papá no pasa tiempo con nosotras ya? —preguntó Meiyi.
—Sang Xiu suspiró y dijo: «Ha estado muy ocupado con el trabajo, pero te aseguro que tomará el día libre solo para estar contigo en tu cumpleaños».
—Yang Meiyi sonrió y asintió.
Mansión Fu.
—¿Esa niña sabe que has vuelto? —preguntó Fu Shen.
Un Fu Mingze de veinticinco años miró a su abuelo y preguntó:
—¿Importa?
Fu Shen se rió entre dientes y dijo:
—Me pregunto si ella todavía querría casarse contigo después de ver cuánto ha empeorado tu temperamento.
Fu Mingze ignoró el comentario de su abuelo y dijo:
—El aniversario del grupo Fu es mañana y después de eso necesito que te retires de todos los asuntos que tienen que ver con la empresa.
—Hoy es su cumpleaños, ¿le has deseado un feliz cumpleaños? —preguntó Fu Shen ignorando la declaración de su nieto.
Fu Mingze suspiró y dijo:
—Yang Meiyi es tu nieta adoptiva, ella es asunto tuyo y no mío.
—Eres tan cruel. Esa niña te ha amado desde que tenía solo diez años.
—Era una infatuación infantil, nunca deberías haberla tomado en serio al adoptarla como tu nieta. El lunes asumiré como el nuevo CEO del grupo Fu, estaré demasiado ocupado para lidiar con cualquier pensamiento infantil.
—Como sea —dijo el anciano con un mohín.
Fu Mingze suspiró y dijo:
—Y también te agradecería si no te inmiscuyes en mi vida privada.
—Me mantendré alejado de los asuntos de la empresa pero nunca de tu vida.
—Haz lo que quieras, me voy —dijo Fu Mingze y dejó el estudio de su abuelo.
Fu Mingze entró a su habitación y se quitó la chaqueta del traje, sacó su teléfono del bolsillo y desplazó a través de sus contactos, se detuvo en un contacto guardado como 'Niña molesta' y escribió un mensaje. Revisó todos los mensajes que ella le había enviado y se encontró sonriendo y por primera vez en cuatro años le escribió 'Feliz Cumpleaños'.
Después de enviarlo, su teléfono sonó de inmediato, frunció el ceño al ver el identificador de llamadas y contestó:
—Sé que dijiste que no era necesario pero quiero agradecerte por ayudar a la corporación Yang.
—No hay problema. Tu padre no debería obligarte a hacer lo que no quieres hacer.
Yang Jia se burló y dijo:
—Solo le importa su empresa, también me importa después de todo un día será mía a menos que decida dárselo todo a su nueva familia.
Fu Mingze escuchó la amargura en su voz y preguntó:
—¿Alguna vez les has dado una oportunidad? Puede que no conozca muy bien a Sang Xiu pero sí sé que no es una mala persona. Durante las veces que ella venía a visitar a mi abuelo, ella era muy amable.
—Una persona amable no arruinaría el hogar de otra mujer —replicó Yang Jia.
—Sang Xiu es una mujer orgullosa, nunca se conformaría con el título de amante. ¿Alguna vez has pensado que podría haber algo sobre el matrimonio de tus padres que tú no sabes?
—¿Importa? Mi madre murió porque se sintió traicionada por mi padre y en vez de llorarla, él entró en la casa con una Sang Xiu embarazada. No importa lo que digas, nunca les daré una oportunidad.
Fu Mingze estuvo en silencio por un momento antes de decir:
—¿Entonces estaría mal preguntar cómo está celebrando su cumpleaños?
Yang Jia sabía a quién se refería con 'ella', era Yang Meiyi, miró a Yang Meiyi sonriendo feliz mientras cortaba su tarta y dijo:
—Sí, estaría mal.