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—No puedo creer la audacia de Emily. ¡Cómo se atreve a golpear mi cara solo porque no le gustó lo que dije sobre Rika! ¿De dónde saca esta confianza? Le demostraré que nadie se atreve a meterse conmigo.
Suzie sentía que su interior hervía de rabia y humillación después de lo que había sufrido a manos de Emily Steinz.
Ahora, Suzie ya no sentía la misma admiración y amor por la alfa como antes. Todo estaba siendo reemplazado por odio e irritación hacia la alfa mayor.
La bofetada hacía que la cara de Suzie se hinchase, y ninguna cantidad de maquillaje podría arreglarlo. Suzie necesitaría regresar a casa para ocultar la vergüenza que sentía.
—¿Estás bien? ¿Quieres que vaya a buscarte hielo para tus mejillas? —preguntó Rocxx con una voz severa. Él era el único que parecía estar del lado de Suzie, pero su presencia irritaba a Suzie.
Deseaba aceptar la ayuda de Rocxx, ser consolada por su presencia. Pero cada vez que se acercaba, una ola de incomodidad la invadía, alejándolo.