Mauve se encontraba al inicio de las escaleras observando cómo Jael se dirigía a los vampiros. No le resultaban muy familiares y asumió que probablemente serían los trabajadores.
Era la segunda noche después de la reunión y según lo que Jael le había dicho, hoy deberían comenzar a trabajar en la cerca.
No debería estar aquí pero ya no quería estar en su habitación, además, estaba emocionada por ver cómo se desarrollaría todo. Sabía que no le permitirían salir mientras trabajaban, pero al menos podría estar lo más cerca posible.
No es que estuviera rompiendo alguna regla ya que Jael no dijo que no pudiera moverse. Sin embargo, no quería estorbar ya que probablemente sería un período ajetreado.
De repente, Jael se volteó y la miró directamente. Ella contuvo la respiración por un segundo mientras se preguntaba si él la regañaría o peor.