A pesar de lo que Lavanda y Jayden pensaban, Claudia aún no había ido a la casa de su padre; había estado merodeando para espiarlos y había conseguido información útil.
Claudia sonrió y dejó la manada. Pero en lugar de dirigirse a la casa de su padre como todos pensaban, fue a ver a Lily.
Ryder, Ava y Dreya habían llegado a Salvatore.
Los tres caminaron juntos hacia el palacio.
—¿Le has contado sobre Evena? —susurró Dreya a Ava.
Ava lo miró con pánico.
—No, no he —respondió ella.
Dreya la miró como si fuera estúpida.
—¿Y felizmente lo invitaste a Salvatore para el baile?
—Realmente no estaba pensando —admitió Ava.
—¿Le dijiste a Evena que no mostrara su rostro en el baile?
—Yo... Yo... Yo no lo he visto desde entonces. Ha estado en una misión.
—Cuando lleguemos al palacio, lleva a Ryder a la sala del trono para ver a tu tía. Yo iré a la habitación de Evena y le diré que no salga durante el baile.
—Ok, gracias —respondió Ava.