—No olvides dejar caer tu sangre en las herramientas espaciales —les recordó.
—Tengo algunas plantas venenosas —sacó todas las plantas venenosas para mostrárselas. Recogió estas plantas cuando estaba en el Continente del Cielo Infinito.
—¿De dónde sacaste estas plantas? —Shangguang Yulong miró contento las plantas venenosas raras y extintas que brillaban con luces púrpuras y verdes.
—De todos lados —ella pensó un momento antes de responder. Había estado en muchos lugares y espacios en la Piedra Dodecagonal. Le llevaría mucho tiempo explicárselo.
—¡Puf! —el sonido de las píldoras saliendo del caldero de píldoras atrajo su atención.
Ella miró las píldoras de Nivel 4 recién refinadas con un 98% de pureza. Una sonrisa alegre floreció en sus labios rojos mientras colocaba las píldoras en la botella de píldoras y continuaba una nueva ronda de alquimia.