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—Tu habitación está muy limpia, Yejun-ah —comentó Wonhee mientras se sentaba en el suelo alfombrado del dormitorio de Yejun y miraba a su alrededor—. ¿Aún tenías la cordura para limpiar todo el lugar cada vez que estabas aquí?
Ella siempre había hablado con suavidad y no podía alzar la voz a menos que gritara.
Por lo tanto, le preocupaba un poco que Yejun no la hubiera escuchado.
Afortunadamente, no fue el caso.
—Por suerte, el Estático se vuelve menos ruidoso cuando estoy aquí —dijo Yejun, que todavía se encontraba en la habitación secreta tras su vestidor, con voz alta. No estaba gritando. Pero tuvo que subir el volumen de su voz para que ella lo oyera—. Aparte de limpiar la mansión, también lavo mi ropa y cocino si me siento lo suficientemente estable. Es cierto que los Guías APA que me enviaron ayudaron un poco.
—Me alegra escuchar eso —ella dijo, luego frunció el ceño—. Pero, ¿de dónde obtiene este lugar su suministro de agua y electricidad?
