—Si yo fuera tú, iría y le daría una buena paliza. ¡Necesita un par de bofetadas bien dadas! ¡Es tan barata! Hay tantos hombres en la ciudad. ¿Por qué no va y seduce a cualquiera de ellos? ¡En vez de eso tenía que seducir a Chase! ¡Realmente es la puta número uno en la ciudad! —Cuanto más regañaba Amara, sus palabras se volvían más duras. Su rostro también se volvía muy rojo.
Chris no pudo evitar suspirar. —¡No uses palabras tan terribles! Ya te lo he dicho desde el principio. ¡El señor Black no ama a Lyra en absoluto!
—¡Tú y Lyra fueron tan persistentes y querían aferrarse al señor Black. Ahora, todos en la ciudad nos están viendo hacer el ridículo!
—¿Cómo esperas que Lyra se enfrente a todos en el futuro?
Cuando Amara escuchó esto, pisoteó el suelo con ira y deseó poder saltar hasta el cielo. —¡Lyra ya se siente lo suficientemente mal, y aún así sigues diciendo esas cosas!
—¡No sé si realmente amas a tu hija!
