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—¡Ah! ¡Ay! —el rostro de Hazel se puso pálido y sintió un dolor severo en su abdomen inferior.
Entonces sintió algo cálido fluyendo por sus muslos.
—¡Señora Black! ¡Señora Black! ¿Está usted bien? —gritó la señorita Chain y corrió para sostenerla.
—La criada miró los pantalones empapados de sangre de Hazel y gritó —¡Dios mío! ¡La señora Black está sangrando!
—¡Llamen al doctor y avisen al señor Black! ¡Ahora!
La criada estaba tan asustada que gritó apresuradamente pidiendo al doctor. —¡Doctor! ¡Doctor! ¡Necesitamos ayuda aquí!
Los doctores y enfermeras escucharon el grito y se apresuraron a llegar.
—¿Qué sucede?
—Um, mi abdomen duele mucho —Hazel ya estaba en tanto dolor que apenas podía mantenerse de pie.
Cuando el doctor en jefe del Departamento de Ginecología vio la situación, se asustó tanto que se le erizaron los cabellos. —¡Rápido! ¡Lleven a la señorita Haynes al quirófano!