Hazel regresó a la ciudad después de dejar a Aiden y Arthur en el jardín de infancia. Aún no había llegado a casa cuando sonó su teléfono.
Hazel sacó su teléfono y vio que era Chris quien llamaba.
Hazel dudó. No quería contestar su llamada.
Desde que había golpeado a Amara ayer, su padre debía estar llamando para reprenderla.
Pero el teléfono seguiría sonando si no contestaba la llamada.
Hazel contestó la llamada de mala gana —Hola, Papá.
La voz apagada de Chris sonó del otro lado del teléfono —Hazel.
—¿Qué pasa, Papá?
Chris hizo una breve pausa antes de preguntar directamente —Bueno, escuché que tú y Amara tuvieron un incidente desafortunado ayer, ¿verdad?
Después de que Amara llegó a casa ayer, hizo una rabieta a Chris y lo empujó a cortar su relación padre-hija con Hazel.
Chris estaba atrapado en un dilema.
Frunciendo el ceño ligeramente, Hazel respondió con un tono no muy cortés —¿Por qué? ¿Me llamas para reprenderme?