Axel entonces le dijo, porque sabía que le gustaría su idea:
—Mientras meditabas, pensé que como mañana tienes clase de hechizos, quizás sería incluso mejor ir a practicar a una mazmorra por la tarde, ¿qué dices, quieres ir?
Kevin levantó la vista y preguntó sorprendido:
—¿En serio?
Axel asintió y explicó:
—Ya he preparado el programa de entrenamiento de Erik y realmente no me necesita ahora mismo. Desde que me convertí en su tutor puedo llevarlo conmigo dos veces a la semana en una expedición, así es como llaman aquí a saquear una mazmorra. Me aseguraré de seleccionar expediciones que coincidan con los días que tienes tu clase de alquimia, para que puedas hacer todas las pociones que quieras en casa.
Kevin le sonrió, Axel realmente había pensado en todo, la emoción se podía ver en sus ojos, pero esta vez se contuvo de ir a besarlo, no pensaba caer por segunda vez en la guarida del lobo: