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Este plan habría sido perfecto si solo Kevin no hubiera advertido ya a Solomon de que algo así podría suceder.
Todos los rebeldes ya se habían trasladado a otros escondites y Solomon incluso había ordenado a sus hombres que tendieran una emboscada a los demonios que vendrían a matarlos.
Los papeles estaban invertidos y ahora eran los rebeldes quienes tenían ventaja.
Esta noche había sido larga y muchas batallas estallaron, este supuesto ataque sorpresa resultó ser una trampa mortal para los soldados del Rey.
Solomon, Derek y Kerry lograron unir sus fuerzas para matar al general que había recibido órdenes de exterminarlos y sin su líder los soldados optaron por retirarse.
Fue una aplastante derrota para el Rey de los demonios y una gran victoria para los rebeldes; esta noche marcó el comienzo de una nueva oleada de esperanza.
