—La Secta ha descendido desde el piso ciento ocho al cincuenta, sin verte mover un dedo, pero ahora en este piso cuarenta y nueve, finalmente apareces. ¡Parece que hay algo dentro de estos cuarenta y nueve pisos que el Líder Sectario Tu no puede soportar perder!
Su Han sonrió, pero su sonrisa estaba llena de una intensa frialdad.
—¡Boom!
—La primera Luz de Espada golpeó, apuntando directamente al piso cuarenta y nueve de la Torre Central.
—¡Te dije que te perdieras!
La expresión de Tu Qingtian cambió. Dentro de ese piso cuarenta y nueve había una Piedra de Dragón, que ahora no tenía tiempo de recuperar. Naturalmente, le importaba.
Si Su Han realmente destrozaba la Piedra de Dragón, definitivamente dañaría las raíces de la Secta Impresionante. Con el tiempo, sin la intervención de nadie más, la base de la Secta Impresionante disminuiría gradualmente, cayendo finalmente de las filas de las Sectas de Octavo Rango.
