Esta declaración prácticamente cortó todos los lazos familiares restantes entre Su Yunming y Su Han.
Ahora, a Su Yunchen y Su Yunpeng apenas les importaban los pensamientos de Su Yuansheng. Su Yuansheng siempre había estado dedicado a la Familia Su, y ahora, la Familia Su estaba en sus manos.
—Thud, thud, thud.
Justo entonces, alguien tocó repentinamente la puerta.
—¿Quién es? —La expresión de Su Yunchen cambió.
—Cabeza de Familia, soy yo.
Desde fuera llegó una voz familiar. Era una de las personas de la Familia Su que Su Yunchen había enviado a recopilar información.
Su Yunchen entonces suspiró aliviado. Había estado escondido en la posada todo este tiempo, siempre muy cauteloso, especialmente sabiendo que si Su Han realmente los descubría, podría tomar medidas inmediatas.
—Entra —dijo Su Yunchen.