—Ha llegado una nueva semana y Amy estaba ansiosa por volver al trabajo y sentirse normal de nuevo, a pesar de su persistente miedo a la persona que los amenazó a ella y a Henry. Aunque la perspectiva del peligro todavía la ponía nerviosa, sabía que no podía quedarse encerrada en su mansión para siempre; después de todo, ella y Henry tenían una empresa que dirigir —dijo.
—Amy se levantó antes del amanecer, seleccionando con energía su atuendo de negocios para el día, así como el de Henry. Después de haber pasado cinco días recuperándose tras salir del hospital, se sentía completamente energizada —narró.
—Amy aprovechó este tiempo para reconstruir su resistencia física con trotes matutinos junto a Henry y dedicando sus tardes a cuidar su jardín, en particular sus queridas rosas. Mientras tanto, Henry se concentraba en el trabajo mínimo desde su estudio —comentó.