—¡Tú! ¡Dime la verdad! —Serena siseó mientras tiraba de la chaqueta de su traje—. ¿Eres solo un impostor? ¿Una figura decorativa de la empresa que no tiene ni idea de cómo manejarla, mostrándote aquí solo como algún tipo de títere?
—¿A qué te refieres? —preguntó Aiden con incertidumbre—. ¿Por qué tienes la costumbre de decir cosas tan fuera de contexto como esta?
—Entonces, ¿tienes un doble o algo así que va a trabajar mientras tú te diviertes?
—¿Qué es exactamente lo que estás insinuando?