Cuando la nave estelar llegó al planeta del mineral, el día acababa de convertirse en noche. Yuri no paraba de bostezar, exhausta y somnolienta. Después de desearle a Tuss buenas noches, volvió a su habitación. Se dejó caer en la cama y se sumergió en un sueño profundo.
Durmió hasta la tarde del día siguiente, ablandando los huesos.
—Estás despierta, Sra. Hiro —Zeek, que cuidaba el jardín, saludó a Yuri con una sonrisa cuando salió.
Yuri, sorbiendo sus Fluidos Nutritivos, preguntó:
—¿Tuss mencionó tu plan de arrancar estas flores para plantar cultivos y melones?
Zeer respondió con una sonrisa:
—Sí, lo estoy considerando. Mandé unas muestras de suelo para análisis hace un tiempo. Los expertos dijeron que nuestro suelo es pobre, pero con estaciones marcadas. Con fertilización adecuada, debería poder sostener cultivos —Zeek respondió con una sonrisa—. Además de los cultivos, también planeo criar ganado.
Yuri asintió en señal de aprobación:
—Es una buena idea.