Lu Yizhou estaba atónito.
El segundo villano… Otra parte de su amante en este mundo, posiblemente quien conservaba los recuerdos.
666 había recibido la señal de su paradero el primer día que llegaron pero, al parecer, estaba al otro lado del mundo y la ubicación que emitía era fija, sin movimiento. El sistema había transmitido su confusión a Lu Yizhou la última vez. ¿Qué tipo de persona era para permanecer en la misma posición durante tanto tiempo? Solo había dos posibilidades: o él elegía no moverse o no podía hacerlo. Lu Yizhou sospechaba que la identidad de su amante probablemente sería no humana. Podría ser un dios adormecido, un espíritu vengativo o incluso una bestia mítica.
Debido a que el radar de 666 no detectaba ningún peligro a su alrededor, y puesto que no se suponía que él estuviera originalmente en la trama, Lu Yizhou había relegado el asunto a un segundo plano y se concentró en salvar a Jillian primero.