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Lu Yizhou arrojó con prontitud el brazo a un lado y maldijo a voz en cuello, sin prestar atención al joven congelado quien estaba empapado en el líquido asqueroso y a Yves que salió de su aturdimiento y rápidamente alejó al último.
Lu Yizhou estaba enfocado en la figura de Edin retorciéndose en el suelo, quien estaba chillando 'ah ah' miserablemente. ¿Qué coño era esta criatura? Estaba seguro de que no había usado suficiente fuerza para arrancar el miembro de un hombre así como así. De hecho, era el brazo de Edin el que estaba demasiado blando al tacto. Sí, era como algodón. La sensación viscosa casi le engullía las palmas y Lu Yizhou agitó sus manos en extremo asco. Afortunadamente el General Kai había estado usando guantes desde el principio. De lo contrario Lu Yizhou no tenía idea de cuántas veces se habría lavado las manos hasta poder quitarse la sensación pegajosa en su piel.
