Han pasado varias semanas desde que Naruto recibió el Sistema del Guerrero Solitario. Aunque sigue siendo solo un niño de cinco años, su progreso ha sido notable. A través del entrenamiento constante y las misiones del sistema, ha aprendido a controlar mejor su chakra, ha mejorado su resistencia física y ha desbloqueado algunas habilidades clave, como la Técnica del Kage Bunshin.
Sin embargo, Naruto ha tomado una decisión crucial: debe ocultar su creciente fuerza a los demás.
A pesar de su entusiasmo por volverse más fuerte, Naruto recuerda cómo lo tratan en la aldea. Sabe que si de repente empieza a mostrar habilidades avanzadas, llamará demasiado la atención, y eso podría atraer más odio o sospechas hacia él. Por eso, ha decidido entrenar en secreto, utilizando su nuevo poder solo cuando está seguro de que nadie lo está observando.
Cada mañana, Naruto se dirige al bosque, donde el sistema le asigna misiones de entrenamiento físico y mental. Escala árboles utilizando su chakra, practica el uso del Kage Bunshin para mejorar su coordinación en combate y poco a poco se adentra en la exploración de mazmorras que el sistema le revela. Aunque aún no se ha enfrentado a enemigos poderosos, ha derrotado a pequeños animales salvajes y criaturas menores que aparecen en los confines del bosque.
Naruto ha sido cuidadoso en sus acciones. En público, sigue actuando como el niño torpe que todos en la aldea conocen. Tropieza, se cae y falla en las tareas más simples a propósito, asegurándose de que nadie sospeche de su entrenamiento secreto. Sin embargo, lo que no sabe es que alguien lo ha estado observando.
El Tercer Hokage, Hiruzen Sarutobi, ha mantenido un ojo vigilante sobre Naruto desde que nació. Conoce el dolor que el niño lleva en su corazón y siempre ha sentido una profunda preocupación por él.
Un día, mientras revisa los informes de sus anbu, Hiruzen recibe un reporte inusual.
Informe del anbu: "Naruto Uzumaki ha estado desapareciendo regularmente en los alrededores del bosque. No parece estar jugando o vagando sin rumbo. Su comportamiento es... distinto. Sugiero una investigación más profunda."
El Tercer Hokage frunce el ceño. ¿Naruto comportándose de manera extraña? Esto no le cuadra con el niño al que todos describen como un torpe revoltoso. Sin embargo, no puede ignorar el reporte, así que decide investigar personalmente.
Durante los días siguientes, Hiruzen comienza a observar a Naruto más de cerca. Lo sigue a escondidas, utilizando su habilidad para no ser detectado, y lo que ve lo deja sorprendido. En lugar de jugar o hacer travesuras, como el resto de los niños, Naruto está entrenando solo en el bosque. No solo eso, sino que lo hace con una sorprendente disciplina y habilidad para su edad. El niño está dominando técnicas que ni siquiera los estudiantes de la academia podrían realizar.
Hiruzen (en sus pensamientos): "Este poder... ¿Cómo es posible que haya avanzado tanto en tan poco tiempo?"
Hiruzen se da cuenta de que algo más está ocurriendo con Naruto. No solo es más fuerte de lo que aparenta, sino que también lo oculta deliberadamente. Es entonces cuando toma una decisión: debe intervenir antes de que alguien más descubra este secreto y lo use en contra del niño.
Asignación al Equipo anbu:
Unos días después, Naruto es convocado a la oficina del Hokage. Al principio, el joven está nervioso, ya que rara vez tiene que enfrentarse al Tercer Hokage directamente. Piensa que tal vez lo han descubierto, pero intenta no mostrar signos de inquietud.
Cuando llega, el Hokage lo mira con una sonrisa suave, pero sus ojos reflejan la seriedad de la situación.
Hiruzen: "Naruto, he estado observando tu progreso. No me malinterpretes, me alegra ver que te estás entrenando y fortaleciendo, pero también me preocupa que estés llevando esta carga solo."
Naruto se queda en silencio, sin saber qué decir. Ha intentado tanto ocultar su fuerza, y ahora parece que el Hokage ha descubierto todo.
Naruto: "Yo... no quería que nadie se diera cuenta. Solo quería ser más fuerte para protegerme."
El Hokage asiente con comprensión.
Hiruzen: "Lo entiendo, Naruto. Tienes un gran poder y potencial, pero también tienes que aprender a controlarlo adecuadamente. No quiero que caigas en el peligro de usarlo sin guía. Por eso he decidido asignarte a un equipo especial. A partir de ahora, entrenarás con los anbu bajo la supervisión de algunos de los mejores ninjas de la aldea."
Naruto abre los ojos con asombro.
Naruto: "¿anbu? ¿Yo? ¿Pero no soy demasiado joven para eso?"
Hiruzen: "Lo serías en circunstancias normales, pero tu caso es especial. No estarás en las misiones más peligrosas, pero entrenarás con ellos para aprender a controlar y perfeccionar tus habilidades. Además, quiero que estés en un entorno donde tu verdadero potencial pueda desarrollarse sin las restricciones de la academia."
Aunque Naruto se siente abrumado por la noticia, no puede evitar sentirse emocionado. Va a entrenar con los anbu, la élite de Konoha. Tal vez, finalmente podrá demostrar su verdadero valor.
Hiruzen:"Naruto el equipo que te estara entrenando estara conformado por:
Kakashi Hatake: El ninja copia, famoso por su control sobre el Sharingan y su capacidad para adaptarse a cualquier situación. Aunque lleva la máscara de ANBU, Naruto siente una extraña sensación de cercanía con él.
Yamato: Un ANBU especializado en el uso del Mokuton (Elemento Madera), una habilidad rara que solo unos pocos ninjas han dominado. Yamato ha sido asignado no solo para entrenar a Naruto, sino también para mantener un ojo en su control de chakra.
Yugao Uzuki: Una kunoichi habilidosa en el kenjutsu, cuyo papel será enseñar a Naruto técnicas de combate cuerpo a cuerpo y manejo de armas.
Entrenamiento con los anbu:
A la mañana siguiente, Naruto es presentado al equipo que lo entrenará. Para su sorpresa, es un grupo compuesto por algunos de los ninjas más conocidos de la aldea.
Naruto mira a los tres ninjas, sintiéndose intimidado por su presencia, pero al mismo tiempo emocionado. Ellos lo saludan con respeto, aunque Kakashi parece un poco más relajado.
Kakashi: "Así que tú eres el chico del que el Hokage nos habló. No te preocupes, no te vamos a presionar demasiado... por ahora." —dice con un tono bromista que relaja un poco a Naruto.
El entrenamiento bajo la supervisión de estos tres anbu es intenso. Aunque al principio Naruto tiene dificultades para seguir el ritmo, rápidamente demuestra su capacidad para adaptarse. Lo que sorprende a Kakashi, Yamato y Yugao es que Naruto parece tener una increíble capacidad para aprender de sus errores y mejorar con cada intento, como si algo en él lo estuviera empujando más allá de los límites normales.
Lo que ellos no saben es que el sistema sigue activo, asignando misiones a Naruto incluso durante sus entrenamientos. Cada técnica que aprende, cada combate que practica, le otorga puntos de experiencia y nuevas habilidades.
Naruto, consciente de que debe seguir ocultando su relación con el sistema, se esfuerza por no sobresalir demasiado, pero no puede evitar impresionar a sus mentores. Con el tiempo, incluso Kakashi se da cuenta de que el chico tiene un potencial inusual, algo que no se ve a menudo en ninjas de su edad.
A medida que pasan los meses, Naruto se convierte en una parte integral del entrenamiento anbu. Aunque aún no participa en misiones reales, ha aprendido a moverse con sigilo, a controlar mejor su chakra y a perfeccionar sus habilidades en combate. Sin embargo, el sistema le sigue recordando que hay mazmorras por explorar, enemigos por derrotar y un poder aún mayor por descubrir.
Naruto, ahora más fuerte y más consciente de su propio potencial, se siente agradecido por el equipo que lo entrena, pero también sabe que su verdadero viaje apenas comienza. Mientras sigue entrenando, algo en su interior le dice que el futuro traerá desafíos mucho más grandes, y que con el sistema a su lado, estará listo para enfrentarlos.
Pero por ahora, sigue siendo el niño que todos subestiman, el ninja que oculta su verdadero poder bajo la máscara de la debilidad. Y eso, por el momento, es exactamente lo que necesita.