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Chapter 15 - La Sombra del Cosmos

La paz que reinaba en el reino era frágil. Anya, Akira y Kaori, ahora gobernantes sabios, trabajaban incansablemente para reconstruir y unificar las tierras. Sin embargo, una nueva sombra se cernía sobre ellos. Astrónomos de todo el reino comenzaron a reportar extrañas anomalías en el cielo. Estrellas se alineaban de formas nunca antes vistas, y un objeto celestial desconocido se acercaba rápidamente.

Al principio, se pensó que era un cometa o un asteroide, pero pronto quedó claro que se trataba de algo mucho más siniestro. El objeto, una enorme esfera de energía oscura, emitía una radiación que corrompía todo lo que tocaba. A medida que se acercaba, los animales se volvían agresivos, las plantas se marchitaban y las personas comenzaron a experimentar extraños sueños y visiones.

Anya, con su conexión con la luz, sintió una profunda oscuridad emanando del objeto. Akira, con su dominio de las sombras, reconoció la energía como algo que nunca había visto antes. Kaori, con su intuición, sabía que esta era la mayor amenaza que habían enfrentado hasta ahora.

Los tres guerreros, junto con los sabios más inteligentes del reino, se reunieron para encontrar una solución. Tras días de estudio y debate, llegaron a una conclusión aterradora: el objeto era una entidad cósmica, un ser de pura oscuridad que buscaba consumir el reino.

Para detener esta amenaza, Anya, Akira y Kaori tendrían que recurrir a poderes que ni siquiera imaginaban. Tendrían que viajar a las estrellas, enfrentarse a criaturas cósmicas y descubrir el verdadero significado de la luz y la oscuridad.

El Despertar de los Antiguos

La esfera oscura, que los sabios llamaron "Abismo", crecía cada día más, oscureciendo los cielos y corrompiendo la tierra. Los antiguos textos revelaron que entidades cósmicas similares habían amenazado al universo en el pasado, y que los antiguos guerreros habían sellado estas amenazas en lugares remotos.

Anya, Akira y Kaori, junto con los sabios, emprendieron una búsqueda por todo el reino en busca de estos lugares sagrados. Las leyendas hablaban de templos escondidos, de artefactos poderosos y de rituales ancestrales que podrían ayudarlos a detener al Abismo.

Durante su viaje, los tres héroes se enfrentaron a peligros inimaginables. Tuvieron que atravesar selvas infestadas de criaturas mutantes, descender a las profundidades de la tierra para encontrar artefactos antiguos y enfrentarse a antiguos enemigos resucitados por la energía oscura del Abismo.

Akira, con su conexión con las sombras, descubrió que el Abismo estaba corrompiendo las líneas ley de la tierra, debilitando los lugares de poder que protegían al reino. Utilizando sus habilidades, pudo restaurar estas líneas y fortalecer los lugares sagrados.

Anya, con su poder de la luz, desarrolló una nueva técnica: una barrera de luz capaz de repeler la oscuridad del Abismo. Con esta barrera, pudo proteger a sus compañeros y a los aldeanos de los efectos corrosivos de la energía oscura.

Kaori, con su agilidad y su espada, se convirtió en una guerrera legendaria. Su espada, forjada con un metal celestial, era capaz de cortar la oscuridad como si fuera mantequilla.

Finalmente, los tres héroes llegaron al lugar donde se encontraba el sello del Abismo. Era un templo antiguo, construido en las alturas de una montaña, y protegido por una legión de guardianes oscuros. Después de una batalla épica, lograron penetrar en el templo y se enfrentaron al Abismo cara a cara.

La entidad cósmica era una masa de oscuridad pulsante, llena de ojos que miraban en todas direcciones. Sus tentáculos se extendían por todo el templo, corrompiendo todo lo que tocaban. Anya, Akira y Kaori unieron sus fuerzas para enfrentarla. Anya creó una barrera de luz lo suficientemente fuerte como para contener al Abismo, mientras que Akira y Kaori atacaban sus puntos débiles.

Después de una lucha agotadora, lograron debilitar al Abismo lo suficiente para sellarlo nuevamente. Sin embargo, sabían que la amenaza no había desaparecido por completo. El Abismo podría regresar en el futuro, y estaban dispuestos a enfrentarlo cuando llegara ese momento.

Un Nuevo Amanecer, una Nueva Sombra

Con el Abismo sellado, el reino celebró su victoria. Anya, Akira y Kaori fueron aclamados como salvadores, y su nombre se convirtió en leyenda. Sin embargo, la paz era frágil. Las heridas de la guerra aún estaban frescas, y la amenaza del Abismo, aunque contenida, seguía latente.

Mientras tanto, en las profundidades del cosmos, una nueva entidad observaba con interés los eventos que se desarrollaban en el reino. Esta entidad, conocida como el Devorador de Mundos, era un ser de pura ambición, que se alimentaba de la energía de los mundos en agonía. Al sentir la debilidad causada por la batalla contra el Abismo, el Devorador decidió que el reino era su próxima presa.

Mientras tanto, en el reino, comenzaron a ocurrir sucesos extraños. Las estrellas se alineaban de una manera siniestra, y las mareas se elevaban a niveles nunca antes vistos. Anya, Akira y Kaori sentían una presencia oscura acechando en las sombras. Sus peores temores se confirmaron cuando un meteorito gigante, negro como la noche, se estrelló contra el océano, provocando tsunamis y terremotos.

Del meteorito emergió una criatura colosal, con tentáculos que se extendían por kilómetros y ojos que brillaban con una luz infernal. Esta era la manifestación física del Devorador de Mundos.

Anya, Akira y Kaori, junto con los sabios y los guerreros más poderosos del reino, se prepararon para la batalla. Sabían que esta sería su prueba más difícil hasta el momento.

Akira, utilizando sus poderes sobre las sombras, intentó infiltrarse en la mente del Devorador, pero la entidad era demasiado poderosa. Anya, con su luz, creó una barrera protectora alrededor del reino, pero el Devorador era capaz de corromper incluso la luz más pura. Kaori, con su espada, infligió heridas profundas al Devorador, pero la criatura se regeneraba rápidamente.

La batalla parecía perdida, pero entonces, un anciano sabio reveló un antiguo secreto. El reino tenía un arma secreta, una espada forjada por los dioses, capaz de destruir cualquier oscuridad. Sin embargo, para empuñar esta espada, se requería un sacrificio terrible.